La Ciudad del Vaticano es en sí centro
religioso de categoría destacada en el mundo, pero también representa notables
expresiones culturales del mundo al albergar en su territorio obras
arquitectónicas como la basílica de San Pedro, su plaza y la Capilla Sixtina donde
se pueden admirar algunas de las obras de arte más famosas del mundo de
artistas de la talla de Botticelli, Miguel Ángel y Bernini.
El complejo arquitectónico de la plaza de San
Pedro en Roma se haya enriquecido desde hace muchos años atrás por esculturas
icónicas de apóstoles y venerables santos con desapercibida ausencia de la
Virgen María, Madre de Dios, hasta la semana santa en abril de 1980, cuando en
una audiencia a miles de jóvenes llegados a Roma con motivo de un congreso
universitario, el joven Julio Nieto comenta al papa Juan Pablo II que, tras
observar las imágenes de la Plaza de San Pedro, se percata de la ausencia de
una imagen de la Virgen y que, por tanto, la plaza se encuentra incompleta. La
lacónica respuesta que da el papa Juan Pablo II al joven es: "¡Bien,
muy bien! Habrá que completar la plaza". Y así se hizo. Hoy se
puede admirar la imagen de María, Madre de la Iglesia en la plaza de la
Basílica de San Pedro.
Casualmente, en esta semana santa jubilar de
abril en el 2025, el Vaticano instaló este martes 15/04/2025 una nueva
escultura en la Plaza de San Pedro. Se trata de una pieza de bronce que
representa a un ángel confundido en medio de miles de peregrinos para
garantizar hospitalidad a los más vulnerables. La obra es una interpretación
visual de un versículo de la Carta de San Pablo a los Hebreos. El autor de la
escultura de bronce “Angels Unaware” es el artista canadiense Timothy Paul
Schmalz. Se registra en el patrimonio cultural del Vaticano bajo el título “Be
Welcoming” (sean acogedores).
Al
observar el visitante detenidamente la original escultura en la plaza de San
Pedro se encontrará frente a un hombre sencillo, común y corriente, sentado
solo en un bloque con espacio vacío suficiente para quien quiera acompañarlo, mirando
de lado hacia la derecha como quien espera a alguien, vestido humildemente, dotado
de bastón y mochila, calzado con sandalias. La escultura goza de impresiónate
perspectiva. Si se le mira por detrás el
saco de vestir se convierte en alas de ángel.
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