DIA MARTES 09/08/2016:
Hoy en la mañana caminé por la rua Luis Tarquinio en
dirección sur, es decir, como si me dirigiera a Salvador, hasta llegar a la
enorme pasarela de la avenida Estrada de Coco, donde pasé hacia la vía
contraria, para seguir caminando en sentido contrario, hasta llegar al
supermercado Atakadao. Es impresionante ver cómo dos hipermercados, uno frente
al otro, separados por una gran autopista, funcionan abarrotados de clientes.
El que está frente se llama Atakarejo, ya conocido por mí en días anteriores.
La diferencia entre ambos se basa en que en el hiper Atakadao tiene mejores
ofertas que el otro, siempre y cuando, se cancele en efectivo.
No es frecuente ver dos hipermercados, uno frente al
otro, separados por una gran autopista
También se puede apreciar que en este establecimiento la
mayoría de los clientes tienen aspectos de un mayor nivel económico que los
usuarios del otro, ubicado al frente. Se podría especular, pensando que así
como los habitantes pobres viven en favelas, mientras que la población de
mayores recursos vive en condominios, residences, villas, etc., así del mismo
modo, la mayoría de personas de escasos recursos económicos selecciona el
Atakarejo para hacer su mercado quincenal, mientas que la clase social media a
alta, frecuenta más el Atakadao. También me llamó sobremanera, cuando había
visitado el supermercado Atakarejo, observar que la mayoría de los clientes,
por sus prendas de vestir, por su aspecto descuidado en el peinado y aseo
personal, o en sus modales (sin que estos aspectos se puedan considerar
despectivos o peyorativos a su condición natural), se pueden considerar
personas provenientes de sectores populares, de distintas edades y sexo. Cuando
se detienen frente a la pretendida mercancía a seleccionar entre una gran
variedad de marcas, modelos y tamaños, seleccionan la de menor precio, aunque
sean céntimos, buscando rendir el dinero que traen, sin considerar para nada
las características cualitativas de los productos. En las cajas de pago es
admirable ver cómo los carritos de estas personas van repletas hasta sobrepasar
los bordes de las cestas de los carritos, prueba de que si, ciertamente son
pobres, también lo es, que pueden llevar buena cantidad de comida a sus
hogares. Finalmente, salí del Atacadao para dirigirme a la casa en Vila Verde,
pero con la dificultad y preocupación, de que esta vez tendría que atravesar la
Estrada de Coco y llegar “vivo y coleando” al otro lado, porque la pasarela
había quedado muy lejos.
Ya en la tardecita salimos todos un poco apretados en el carro
de Marisela a llevarnos al Shopping Salvador Norte, donde nos encontraríamos
Junior y mi persona para dirigirnos al estadio Fonte Nova a un juego válido de
la XXXI edición olímpica mundial, Brasil 2016. Resulta ser que Brigdestone es
patrocinante de las olimpiadas, por lo que rifaron entradas entre el personal,
y Junior se ganó dos entradas, que de inmediato, las destinó para usarlas junto
conmigo. Nos dirigimos a la estación del metro, y en este transporte, llegamos
a la estación cercana al estadio Fonte Nova, el número uno en el estado de
Bahía. Fue la única oportunidad que tuve de utilizar el servicio del metro en
Salvador. Este día tuvimos la oportunidad de gozar de excelentes guías y
guardias que nos acompañaron en operativo especial por la importancia del
evento de carácter internacional.
El sistema del Metro de Salvador, Bahía, integrará a Lauro
de Freitas en calidad de mancomunidad metropolitana. En 1997 el prefecto de El
Salvador (Mário Kertész) presentó por primera vez un proyecto concreto para
dotar a la ciudad del sistema urbano ferroviario, pero no fue, sino hasta el
año del 2000, cuando se iniciaron las obras para la construcción de la primera
línea entre Lapa y Aguas Claras/Cajazeiras. En el año 2014 la presidenta Dilma
Rouseff lo puso en funcionamiento con motivo del campeonato mundial de
futbol de la Fifa. Actualmente funciona la línea 1. La línea 2 está en pleno
proceso de construcción arrancando desde la estación Bonocó para llegar la
futura estación terminal de Lauro de Freitas. La línea 1 y la línea 2 se unen
en la estación de Bonocó con un túnel de
transferencia entre ambas. El sistema del metro de Salvador está siendo
administrado por una concesionaria privada llamada CCR Metrô de Bahía. En vista
de las grandes extensiones de que gozan en Brasil, casi todo el trayecto será
superficial. Me llegó a comentar Marisela que cuando vinieron por primera vez
al Brasil, en viaje de reconocimiento, encontraron una de la estaciones en
construcción inicial, y a los dos meses, cuando volvieron nuevamente, ya estaba
terminada. Una de las ventajas de esta majestuosa obra es que no entorpece el
normal desenvolvimiento de la ciudad, con tráfico y desvíos. Se ven kilómetros
cercados donde lo construyen. Los muchos obreros que laboran se ven bien uniformados y
dotados, y con muchos atuendos de seguridad industrial los que trabajan en
partes altas.
Nos dirigimos a la estación del metro que integrará al
Salvador con Lauro de Freitas.
Por el camino observamos mucha vigilancia, llegándonos a chequear
dos veces, para evitar el porte de armas de todo tipo. Al llegar a la puerta
principal del gran coliseo me impresionó mucho la majestuosidad de las
estructuras, su altura, la amplitud de pasillos e identificación por letras y
números de los distintos sectores en que se divide la gradería. Pero lo que más
me emocionó, fue pensar que estaba asistiendo a un encuentro olímpico mundial,
algo no fácil.
Nos dirigirnos al estadio Fonte
Nova a un juego válido de la XXXI edición olímpica mundial
Me percaté, entonces, que Junior y yo, éramos los primeros
de la rama Sarratud en asistir a un juego olímpico de tal magnitud, lo cual, es
un gran motivo de satisfacción personal. Realmente había poca asistencia al
encuentro futbolístico, porque no se trataba de un juego crucial para
clasificación. En el primer juego se enfrentaron Australia vs Zimbawe,
especialidad femenina, y cuando llegamos, el juego estaba bastante avanzado,
ganando Australia 6 por 0. El público aupaba a las africanas para que no se
fueran sin marcar. Faltando minutos para finalizar la partida, lo lograron
mediante el cobro de un penalti. En la hilera de gradas, donde nos tocaba
presenciar el juego, ya había llegado el ingeniero Miler Luglio Bochi,
compañero de trabajo del Junior, acompañado por su pequeño hijo. Los cuatro
pasamos el rato muy agradable, a pesar de la barrera del idioma. Luego empezó
el segundo encuentro del día donde se enfrentaron Francia y Nueva Zelandia.
Este juego fue más equilibrado, a pesar, de que Francia ganó 3 por 0. Entre el
primer tiempo y el segundo tiempo recorrimos pasillos y casetas comerciales.
Había muchos vigilantes armados hasta la coronilla, paramédicos, brigadas de
bomberos y guías. Los baños públicos en excelente estado de óptima calidad y
limpieza. La grama de la cancha es natural, muy bien conservada. Toda la
gradería techada, de 2 pisos, bordea la cancha. Me sentí agradado en pensar que
canchas como el Cachamay de Puerto Ordaz, y el Metropolitano de Barquisimeto,
no tienen que envidiar al Fonte Nova del Salvador, que fue construido en 1951
bajo la denominación de complejo cultural y deportivo Octavio Mangabeira,
sirviendo de sede al equipo de futbol local, Botafogo de Salvador (hoy Bahía),
hasta el año 2007, cuando se derrumbó una parte de la gradería, pereciendo 7
personas y quedando heridos 40 fanáticos. Se demolió y sobre el mismo sitio se
construyó el nuevo estadio de fútbol de Salvador, bajo la denominación de Arena
Fonte Nova, inaugurado por Dilma Rousseff en el 2014 para la copa del mundo.
Tiene capacidad para 55.000 espectadores sentados. Los suvenires de las tiendas
del estadio me parecieron caros. Al final hicimos el mismo itinerario para
regresar a la casa, contentos y gozosos de tan maravillosa experiencia vivida
este día.
DIA MIÉRCOLES 10/08/2016:
A media mañana, después que Marisela había llegado de su
acostumbrada sesión de ejercicios, me invitó a que la acompañara al centro de
Lauro de Freitas a fin de comprar los artículos que le faltaban para completar
la organización de la fiesta infantil del cumpleaños de Juan Francisco.
El casco central de Lauro de Freitas es el típico
centro urbano de pueblo sin urbanismo moderno
El centro de Lauro de Freitas es totalmente distinto al
sector residencial de Junior y Marisela. En efecto, es el típico centro urbano
de pueblo sin urbanismo moderno, con calles y manzanas desordenadas, vendedores
ambulantes por doquier, en fin, una imagen fiel del casco central de Güacara, o
cualquier pueblo provincial venezolano alejado y olvidado de la capital. Tanto
los comercios formales como los improvisados buhoneros en la aceras de las
calles se ven sumamente activos frente al abultado tropel de gente ávida de
compras. En algunas ocasiones se dificulta caminar por las calles, y se hace
imperativo, el caminar por la calle entre vehículos estacionados y vehículos
andantes. Un señor de mediana edad me pasó cerca, una de las veces, y su
“tufillo” me mareó y me dejó mala sensación por buen rato. Los parqueadores
para cuidar y ayudar el movimiento vehicular son exactamente a los que tenemos
en Venezuela, salvando el idioma. No hay atractivo para el turismo, y solo por
necesidad de artículos que no se consiguen en otras partes, lleva a los
habitantes de los condominios, villas y residences a trasladarse al centro de
Lauro de Freitas de compras. La gran clientela del comercio de esta zona está
conformada por las numerosas favelas que rodean el down town de Lauro de
Freitas.
En la tarde salimos a caminar Pino, Dany y mi persona
con dirección a la playa Gavea
En la tarde, cuando el sol había suavizado sus rayos
ultravioleta inclementes, salimos a caminar Pino, Dany y mi persona con
dirección a la playa Gavea, ya conocida por mí. Encontramos la playa muy
solitaria, con fuerte brisa oceánica, y en condiciones de marea baja. Nos
acomodamos cómodamente en los bancos de madera frente a la playa, aprovechando
la ausencia de turistas para ese momento. Al paso de los vendedores ambulantes
compramos “castañas” (merey en Venezuela), saladas y dulces, sumamente
sabrosas, pero desagradables para el bolsillo, porque se encuentran mucho más
económicas en las tiendas y supermercados locales, pero se trataba de deleitar
el momento que estábamos disfrutando en el paseo playero. Dany y yo nos
zambullimos tan solo unos 15 minutos las playas del océano Atlántico son más
frías que nuestras cálidas playas caribeñas. El oleaje también se siente más
fuerte en estas playas del sur, como así mismo, la salinidad se percibe mucho
mayor en el gusto, cuando las olas de esta parte del océano Atlántico revientan
sobre el rostro. En casi todas las visitas a las playas me conseguía grupos de
surfistas practicando su hobby. Nos quedamos un rato más, y regresamos a pie
por la misma ruta que habíamos utilizado para llegar a la playa. Yo,
personalmente, me tardo 20 minutos en ida y otros 20 minutos de regreso. Pero
el trayecto lo hicimos más o menos en media hora, tanto de ida como de vuelta.
De todas formas el trayecto es agradable, y lo más importante, es seguro. En el
trayecto de regreso fue preciso comprar agua para compensar la deshidratación
de Daniel. También más cara que en panaderías y locales comerciales cercanos a
la casa de Vila Verde.
El oleaje también se siente más fuerte en estas playas
del sur
DIA JUEVES 11/08/2016:
Hoy me decidí a caminar largo, sobrepasando la hora que
habitualmente hago por día. De conformidad a dicha intención, salí de la casa
en Vila Verde por la Priscila Dutra en dirección a la Iglesia San Juan
Evangelista para seguir sin conocer la zona, la misma calle, que por no ser una
recta constante, sino por el contrario, una combinación de rectas y semicurvas
que desembocan a esquinas con tres calles que rodean mini redomas. En vista de
que los buses pasan con frecuencia, siempre seleccionaba la calle por donde
transitan estas unidades. Es así, como pasé por frente a una posada turística
que me llamó la atención por la gran cantidad de árboles que la rodean, llamada
“pousada Itamaracá”, muy poco después, me conseguí que pasaba por el frente de
“villas tenis club”. También logré conocer la existencia de una escuela de
equitación.
Descubrí sitios interesantes:
pousada Itamaracá, tenis club y la escuela de equitación
En vista de que había transcurrido suficiente tiempo para
regresar caminando y de haber acumulado más de 1 hora, empecé a buscar el
regreso por otra calle para no andar por donde había caminado. Este trayecto de
regreso me parecía interminable porque era totalmente desconocido, y como no
hallara ningún punto de referencia de los ya conocidos, decidí buscar la
Estrada de Coco. Estando en esta faena, me conseguí un pequeño terminalito de
la línea de autobuses “Does do Julho” y “Costa Verde”. Con mi pobre portugués
le dije a un supervisor de la línea autobusera que deseaba tomar una unidad que
me condujera cerca de la Priscila, olvidándoseme el nombre completo, “Priscila
Dutra”, por lo que noté que no tenía idea de la existencia de la calle. Insistí
entonces con la rua Luis Tarquinio, y entonces, él mismo preguntó: quiere ir a
la Priscila Dutra?, a lo que le respondí afirmativamente. De inmediato me
indicó una unidad de las 7 que estaban en fila para iniciar sus rutas. Con la
adrenalina en baja porque se me había despejado el horizonte a mi destino y
porque realmente no pretendía caminar el mismo trecho que había andado, me
monté en el autobús indicado dispuesto a llegar a tierras conocidas. Cuando tomé
asiento se me volvió a subir la adrenalina porque era la primera vez que tomaba
un ómnibus solo, en país extranjero, sin dominar su idioma, pero prevalecía la
confianza en las indicaciones del amable y atento supervisor de la línea.
Regresé exactamente por donde había venido
A pesar de que llevaba la intención de regresar a casa por
una vía distinta, el autobús regresó exactamente por donde había venido, pero
también por otros sectores desconocidos para mí, que me llevaron a pensar que
si el supervisor no me había entendido bien y me llevara muy lejos, tomaría un
taxi para llegar a donde quería llegar. Después de dar muchas vueltas, el
autobús pasó por las calles cercanas a la playa Gavea, ya conocida por mí, y
concluí que desde allí ya había llegado en mis caminatas anteriores a la casa
sin titubear un momento. Ya cerca a la primera esquina más cercana a la casa,
toqué el timbre de parada, y cuando le enseñé al chofer un pequeño puñado de
monedas para cancelar, sonriendo me señaló hacia la puerta de salida, igual que
a los árbitros de futbol cuando expulsan a un jugador, para que me saliera sin
cancelar, entonces, dando las gracias, me bajé y llegué a la casa, solamente
lamentando, que la unidad no me dejara en todo el frente de la casa, y pensando
en la diferencia tan notable con Valencia, cuando enseño mi carnet de tercera
edad, tanto el chofer como el colector, disgustados, me manifiestan disgusto
por estar exonerado del pago. En Lauro de Freitas y Salvador, todo lo
contrario, muestran respeto, y simpatía por un pasajero de tercera edad.
Posteriormente, a los siguientes días, comenté con Marisela el itinerario
realizado este día, y me hizo caer en cuenta, que cuando llegué de caminar
largo y encontrar el terminalito de los autobuses, ya estaba cerca del
condominio, por lo que no se justificaba tomar autobús para llegar a la casa de
vuelta, pero pensaba que estaba muy lejos y no quería seguir caminando más.
DIA VIERNES 12/08/2016:
El hecho de haber viajado el día anterior por primera vez,
me cautivó para emprender nuevos viajes en las líneas autobuseras de la zona.
Hoy tomé un autobús en la Estrada de Coco, pero del lado contrario a donde se
le llega viniendo desde la casa. Así pues, me tocó cruzar la gran avenida de
intenso tráfico, en momentos que no hubiera peligro para cruzar. Como estos
momentos no son frecuentes, se suele acumular un grupo representativo de
transeúntes, haciéndose más fácil cruzar la autopista junto a otras personas.
Pero siempre da nervio a quien no está acostumbrado a ello de manera frecuente.
Ya seguro, “vivo y coleando”, del otro lado de la autopista, caminé hacia la
parada de ónibus.
Aquí los autobuses no recogen pasajeros en cualquier sitio,
sino, exclusivamente en las paradas, sin impedir el tránsito de otros
vehículos, ni tampoco, poner en riesgo a pasajeros. Los autobuses que siempre
utilicé fueron los más populares. Sin embargo, ninguno de ellos los llegué a
encontrar destartalados. Tampoco lustrosos o con olor de tapicería nueva. Estas
líneas de autobuses tienen al colector sentado en un puesto cercano a la puerta
trasera, para que sean los pasajeros, que entran solamente por la puerta de
atrás, quienes pasen por su asiento para pagarle. Las personas exoneradas de
pago entran por la puerta delantera, al lado del chofer. Desde que descubrí
esta modalidad, siempre seguí entrando por delante, y nunca, me pidieron
documento alguno para justificar mi ascenso por la puerta delantera. Hay muchas
líneas más con otras modalidades, pero no las llegué a conocer cómo funciona la
rutina de pago. Llegué a observar que hay colectores sueltos como en Venezuela,
pero no pude detallar el procedimiento establecido. Siguiendo con los autobuses
que llegué a frecuentar, constaté que todas las puertas se abren y se cierran
al ser accionadas por el chofer, y siempre van cerradas durante el trayecto.
Igual, los timbres para indicar parada están siempre operativos. Nunca llegué a
conseguir unidad autobusera con mecanismos dañados y fuera de servicio.
También se encuentran esporádicamente vendedores ambulantes
que suben a la unidad para pasar puesto por puesto entregando la mercancía y
retirar luego la que no se venda, por supuesto, el libreto comercial que
utilizan es en portugués, pero la escena en vivo es idéntica a la que vemos en
Venezuela. Todo el parque automotor público es numeroso. Las unidades suelen ir
con pocos pasajeros, y cuando todos los asientos están ocupados, los pasillos
tienen pasajeros sin llegar nunca al hacinamiento, todo lo contario, con
espacio suficiente de circulación libre de aire y evitar pisones y
apurruñamientos incómodos, tal cual, como está ocurriendo en Venezuela por la
crisis del país. A pesar de la magnitud de parque automotor público, se observa
mucha gente esperando transporte en las paradas, porque tienen muchas rutas
distintas, y los pasajeros deben esperar pacientemente que pase la unidad que
les conviene a sus intereses particulares. En mi caso, nunca tuve que esperar,
porque siempre tomé rutas largas, que pasan más frecuentemente que rutas
específicas.
Una vez que tomé el autobús seleccionado, llegué hasta una
esquina con parada y pasarela. Crucé la avenida por la pasarela y me interné
por la calle principal, llegando por casualidad, exactamente a los alrededores
donde había ido con Marisela, al propio centro de Lauro de Freitas. En vista de
que ya lo conocía, lo recorrí poco, en realidad no tiene mucho que ver, y
regresé a la misma parada donde me había bajado para tomar el regreso a la casa
DIA SÁBADO 13/08/2016:
Amanecimos emocionados porque era el día programado para
conocer el sitio de trabajo del Junior, gracias a una actividad social
programada por Relaciones Industriales, llamada “open house”, consistente
básicamente en una actividad de integración de las familias de trabajadores con
la empresa, y al mismo tiempo, homenajear a los padres en el “día del pai” (día
del padre), que en el Brasil se celebra tradicionalmente el segundo domingo de
agosto.
La Firestone se estableció en el municipio Camaϛari del estado
Bahía en el año 2007, a una distancia aproximada de 41 Km al Salvador, la
capital del estado. Es el municipio donde están asentadas la mayoría de las
plantas industriales del estado. Su acceso desde el Salvador es por una
pintoresca autopista que atraviesa tierras llanas, con frecuentes colinas de
poca elevación. Tiene gran parecido a las sabanas del Campo de Carabobo.
Saliendo del condominio de Vila Verde el trayecto obliga
dirigirse a las afueras del Salvador para tomar la mencionada autopista. Con tráfico
fluido, el tiempo para llegar a las instalaciones industriales es
aproximadamente unos 45 minutos. Salimos completos todos en los dos carros. Al
llegar un comité de bienvenida nos recibió en el hall de entrada y tomaron foto
del grupo familiar junto a un gran logotipo de la firma Bridgestone. Luego nos
invitaron a pasar a un amplio salón de recepción donde tenían dispuesta una
gran mesa con frescos, café, y muchas galletas, pastas, golosinas, etc. Cuando
el grupo de invitados se completó junto al comité de bienvenida, formado por
gerentes y funcionarios de la empresa, se dio inicio al evento con la
intervención de Cristina, quien presentó a su equipo anfitrión. En una buena
pantalla se presentó un bosque histórico de Firestone/Bridgestone.
Bridgestone / Firestone organizó un “open house”
Harvey Samuel Firestone, a los 31 años de edad, fundó en
agosto de 1900 la prestigiosa firma industrial Firestone para producir
neumáticos destinados a vehículos automotores de transporte con doce empleados
en Akron, Ohio, USA. Inicialmente mantuvo estrechas relaciones comerciales con
Henry Ford para proveer de neumáticos a los automóviles de la fábrica Ford,
además de vender neumáticos independientemente, hasta el año 2008, cuando ambas
firmas rompieron su asociación estratégica a raíz de un largo litigio judicial.
Al otro lado del planeta, en Japón, años más tarde, en 1931,
Shojiro Ishibashi fundaba una compañía para fabricar neumáticos, basándose en
su larga trayectoria de fabricación de calzado japonés a base de suela de goma.
Denominó su nueva empresa con el significado de su apellido, que literalmente
significa "stone-bridge" en inglés, pero lo revirtió, quedando
definitivamente, “Bridgestone”. Como era un japonés fanático de los
norteamericanos, logró con esta denominación, emular la prestigiosa firma
norteamericana de cauchos, Firestone, sin pensar, que más tarde, las dos firmas
se convertirían en una sola: Firestone/Bridgestone. Como nota curiosa, un
norteamericano de apellido Firestone fundó Firestone y otro ciudadano japonés,
Stone Bridge, fundó Bridgestone, ambas compañías, del mismo ramo industrial y
con denominaciones comerciales compuestas por palabras homónimas, del tipo
parónimas. La compañía Firestone fue comprada por otra compañía del sector, la
japonesa Bridgestone, en el año 1988, tomando a partir de entonces, los dos
nombres combinados, condición, bajo la cual hoy día se mantiene igual.
Seguidamente pasaron a describir de manera teórica el
proceso productivo, también con la ayuda del video beam. Luego, pasamos a la
visita guiada por pequeños grupos a la planta procesadora de neumáticos. Nos
dotaron de lentes protectores y tapa oídos. Las instalaciones son tan grandes,
que nos trasladaron en un bus al galpón industrial. Nos tocó el privilegio de
ser guiados por el gerente de control de calidad, Davidson Garcia, quien domina
el español porque se desempeñó en la planta de Argentina. Su labor fue
magistral y apasionada. Se salió de la rutina de este tipo de visitas guiadas
para llevarnos al laboratorio de control de calidad, como un gesto de aprecio
hacia el Junior. Casi al mediodía terminó la gira por las instalaciones
industriales, durante la cual, pudimos apreciar a grandes rasgos, la conversión
de tiras de goma y aditivos de acero y químicos, pasando por distintas etapas,
totalmente automatizadas, con muy poca intervención de la mano humana, hasta
convertiré en flamantes cauchos como lo vemos en las caucheras o en los
distintos transportes.
Homenaje a los padres
De regreso a la sala de recepción original, hubo un pequeño
homenaje a los padres con un conjunto en vivo integrado por trabajadores de la
planta. Dieron un obsequio a los padres trabajadores, y colocaron algunos
papelitos en distintos sitios de la sala, para entregar un regalo a quienes los
encontraran. Muy ágilmente, Daniel consiguió dos de esos papelitos, uno para
él, y otro me lo obsequió, permitiéndonos a los dos llevar un balón de futbol
con el logotipo de Firestone/Bridgestone. Terminó la jornada del día con una
foto general de todos los asistentes.
En la tarde salimos Junior y mi persona a llevar a Daniel al
apartamento de Marlon porque lo invitaron a un juego de fútbol válido para el
calendario de las olimpíadas. Él había comentado cuando me tocó a mí, que le
agradaba mucho que asistiera yo, porque él tendría más oportunidades que yo de
asistir a algún evento olímpico. Sin pensarlo, ya esa oportunidad se la
presentó el destino. Resulta que Marlon había comprado entradas para todo el
grupo familiar, pero uno de sus hijos no podía asistir debido a las tareas
estudiantiles, entonces, decidieron usar la entrada para que Daniel la
aprovechara. Después del juego se quedaría a dormir con la familia.
DIA DOMINGO 14/08/2016:
Hoy teníamos una invitación por parte de Marlon y Carolina para
desayunar en su apartamento, y de paso, traernos a Daniel, quien había
amanecido allí, como si fuera un miembro más de la familia.
Invitaron a Daniel a un juego de fútbol válido para el
calendario de las olimpíadas
El apartamento está ubicado al frente de la costa de la gran
península del Salvador. Tiene una admirable vista marina desde sus balcones,
aparte de la brisa que le entra al apartamento. Esta bella pareja se ha hecho
muy amiga de Junior y Marisela. Su hijo mayor, Marlon Alberto, es contemporáneo
de Daniel y han congeniado muy bien en nuestra estadía en Brasil. Mientras los
adultos estamos reunidos, ellos comparten el rato hablando, jugando billar o
cartas en el área común del edificio. Marlon ocupa un cargo importante en una
de las transnacionales que salieron de Venezuela durante los inicios de la
gestión de Chávez. Durante 10 años salía de su tierra natal zuliana al exterior
y regresaba, hasta que su esposa, Carolina, decidió salir junto a él y los
hijos pequeños. Fueron unos de los pioneros de tecnócratas venezolanos en el
exterior, aplicando sus experiencias y conocimientos fuera de las fronteras
venezolanas. Con la crisis mundial para el sector petrolero su empresa se ha
visto en la necesidad de reducir notablemente la nómina, pero a él, lo
mantienen hasta el momento como una ficha importante, de la que no se quiere
desprender. En las conversaciones que hemos podido entablar se ha podido
constatar que conservan como un tesoro los valores que trajeron de su terruño
zuliano, por lo que la familia se mantiene unida y encaminada a llevar a los
hijos a un futuro digno y promisor. La primera vez que llegaron al Salvador
buscaron residencia cercana a un colegio salesiano para buscar la educación de
sus hijos bajos los lineamientos de San Juan Bosco. Cada vez que veníamos de
Laura de Freitas al Salvador por la autopista, pasábamos por un sector desde el
cual se divisa claramente la imagen de Juan Bosco cercana al colegio. Nuestro
suculento desayuno dejó de ser desayuno para convertirse en suculento almuerzo,
a base de camarones frescos, arepas, revoltillos, mermeladas, en fin, todo un
extraordinario menú que intrínsecamente invitaba a degustarlo.
Esta bella pareja se ha hecho muy amiga de Junior y Marisela
Esta bella pareja se ha hecho muy amiga de Junior y Marisela
De esta manera, como dice el proverbio popular “estómago
lleno, corazón contento”, salimos en dirección a la casa de José Luis y María,
quienes nos habían invitado a un espléndido almuerzo familiar en el área común
del condominio donde están residenciados. María cumplía años ese día, y Pino ya
había terminado un pequeño cuadro bordado con motivos venezolanistas. Cuando
María recibió el obsequio de manos de Pino, no pudo contener sus lágrimas de
emoción. Un mesón largo rodeado de sillas era el centro de la sala de fiestas,
con numerosos platos típicos brasileños. Por su parte, José Luis estaba al
lado, frente a la churrasquería (Parrillera en Brasil), asando carne y
chorizos. A todas las parrillas que nos tocó asistir, noté que los cortes de
carnes son gruesos y la carne bastante blanda, de muy buen sabor y jugosa. Al
lado de este escenario una pequeña piscina acogía a María Victoria, Juan
Francisco y a Sara y sus amiguitas vecinas. El ambiente era muy propicio,
alegre y amigable. Prácticamente no tocamos los apetitosos platillos que nos
esperaban en la mesa, lo que nos proporcionaba mucha vergüenza, porque podría
interpretarse como un desprecio frente al gran esfuerzo de prepararlos y
ofrecerlos generosamente ante nuestra visita. Y es que habíamos llegado
completamente saciados con el desayuno en el apartamento de Marlon. Finalmente
el sincero aprecio de María hacia todos nosotros se sobrepuso, y nunca llegó a
reclamarnos nada, por dejar casi intacto su generoso buffet, ayudándole a
llevar todo, comida, mesas y sillas, desde el área de recreación común a la
casa de ellos.
DIA LUNES 15/08/2016:
Continué mis caminatas por los alrededores del condominio
Vila Verde. Entre tantos negocios a los que entraba solo para curiosear, solo
me llamó la atención una librería evangélica que no solo ofrecen libros, sino
además, muchas otras cosas, que exponen en venta a los visitantes, tales como,
llaveros, imanes, mensajes en tablillas para colgar, pequeños objetos de
escritorio, etc. En algunos negocios iba comprando pequeñas cosas para llevar
exiguos souvenirs. Una de las grandes limitaciones de este viaje fue la
restricción en Venezuela para acceder a dólares de viajeros. Ninguno de los
tres tuvimos oportunidad de comprar divisas para el viaje. Solo pudimos contar
con generosas contribuciones espontáneas de nuestro entorno familiar. Mediante este
operativo logramos los tres reunir tan solo 674 US$. Antes del viaje, yo logré
transferir al Junior 44.000 BF para que me los reembolsara en R$ (reales
brasileños) cuando estuviéramos en suelo brasileño. Otra gran limitación de
tipo económico para este viaje fue la fuerte devaluación del bolívar frente a
monedas extranjeras, lo cual, implicaba que iba a recibir una cantidad
irrisoria de R$ por el monto transferido anteriormente en bolívares. Pero
absolutamente nada de toda esta circunstancia material logró empañar o
minimizar el inmenso placer, dicha y felicidad espirituales de permanecer
nuestra estadía en compañía de Junior, Marisela, María V. y Juan Francisco. Al
contrario, fueron días inolvidables en nuestra existencia.
DIA MARTES 16/08/2016:
Salí directo del condominio Vila Verde en dirección a la
Estrada de Coco, con la intención de tomar el autobús para llegar a cualquier
lugar desconocido por mí, bajarme y caminar, para finalmente, regresar en
autobús y llegar a la casa. En este día recorrí por segunda vez una de las
favelas que se encuentran en el sector de São Cristovão, donde tomé una serie
de imágenes fotográficas con el teléfono de Pino.
DIA MIÉRCOLES 17/08/2016:
En vista de que ya me conocía muy bien la zona, me propuse a
caminar por sitios andados anteriormente, sin muchas novedades, ni sorpresas.
Crucé la gran autopista Estrada do Coco en un sector sin pasarela, pero tomando
las previsiones necesarias para cruzar con seguridad sin prisa y a la espera
del momento más adecuado. Caminé por la acera que bordea la gran autopista
hasta llegar a una pasarela por donde pensaba pasar y regresarme sin tener que
cruzar la vía. Antes de pasar entré a un vivero, cuyo nombre no registré, pero
me llamó mucho la atención. La administración del vivero está en una pequeña
colina que domina todo, tanto el vivero en sí, como los alrededores y el cauce
de la gran autopista. Se trata de una gran casona, de estilo alemán, rodeada de
matas ornamentales, pero totalmente cerradas las puertas y ventanas. Me extrañó
encontrar el acceso abierto, permitiéndome caminar por el sendero de sus
plantaciones. Finalmente, lamentando no tener mi cámara fotográfica, pasé la
pasarela al otro lado de la autopista. Todas las pasarelas en la zona son
iguales, cambiando tan solo la dimensión y bifurcaciones requeridas en casos
específicos. Sus pasillos son amplios, techados y con buenas barandas de
seguridad. Ya en el mismo lado de ubicación de Vila Verde, entré a uno de los
dos hiper que están anexos el uno al otro, sin que ninguno de los dos, quede
impactado por la competencia entre ambos, al contario, pareciera que tal
condición les favorezca en la comercialización de la infinidad de productos. No
compré nada, pero vi mucho. Siguiendo el camino a casa entré por segunda vez a
la oficina de atención al turista. Igual que la primera vez, el local estaba
cerrado. Al quedarme unas fracciones de minutos frente a la puerta, el mismo
funcionario que me había atendido en mi primera visita, me atendió con su
habitual gentileza, demostrando que se acordaba de mí, me preguntó cómo me
había ido en los sitios que había recorrido en mi estancia por Bahía. Por
supuesto, le respondí que excelente, gracias a las orientaciones y folletos que
me había entregado. Con mucha vergüenza, entre español y portugués le expresé
que necesitaba otro juego de folletos para llevarlos a un hermano que estaba
planificando viajar próximamente a Bahía. De esta manera, logré obtener los
folletos que buscaba para José Ángel. Contento por el resultado de la caminata
del día regresé a la casa.
DIA JUEVES 18/08/2016:
Hoy me sentí castigado sin poder salir de casa debido a los
primeros síntomas de un estado gripal y por el cuadro climático del día, con
lluvias, sol, lluvias, y así, repetidamente, todo el día. Unas de las diferencias
más palpables entre esta parte del sur hemisférico con la parte norte del
hemisferio es precisamente el régimen climático. Con un ejemplo de la vida
cotidiana se puede apreciar esta situación planteada: Pino acostumbraba en la
primera salida del sol a lavar la poca ropa que habíamos traído, a fin de
reponer suficientemente las prendas de vestir que necesitábamos diariamente.
Cuando las colgaba en los tendederos para secarla, y se iba al porche a
sentarse cómodamente para bordar sus tejidos, casi de inmediato, tenía que
levantarse corriendo a recoger la ropa para que no se volviera a enchapar con
agua de lluvia. Y es que, en Bahía, el tiempo cambia bruscamente de lluvia y
nublado a tiempo de sol picante, sin una nube en el firmamento, y viceversa,
así mismo cambia de sol a lluvia.
Otra de las diferencias que extrañábamos mucho, fue la
ausencia de tempestades eléctricas en toda esta región sureña. Nunca vimos el
resplandor de centellas o relámpagos, como tampoco el estrepitoso sonido de los
truenos. Los habitantes de aquí, al ser consultados sobre la materia, dicen
desconocer lo que es un trueno como los que nosotros señalamos, que nos
tambalea con el tremendo sonido explosivo y sorpresivo en Venezuela. La ventaja
que nos tocó aprovechar en nuestra permanencia en Bahía, fue la frescura del
clima. Con respecto a este tema también nos advirtieron todos, que tal ventaja
disfrutada por nosotros era pasajera, porque a partir de septiembre empieza a
subir la temperatura para llegar a su máximo en diciembre, cuando se convierte
en una situación insoportable por el excesivo calor. Todo esto se agrava porque
el costo de la electricidad es tan costoso, que los aparatos de aire
acondicionado solo se encienden por la noche, por consiguiente, durante el día
se hace preciso soportar un sofocante e inaguantable calor. En esos días
calurosos es cuando tiene mayor uso la piscina del área recreativa, como así
mismo, la frecuencia de irse a bañar en las cercanas playas.
En la noche asistimos a la “Misa de emprendedores” en la misma
iglesia parroquial de San Juan Evangelista. La misa es patrocinada y promovida
por emprendedores de mini empresas del barrio de Vilas do Atlantico, de ahí, el
nombre que dan a la celebración de la misa en ese día. Al final de la misa
practican un pequeño ritual con las luces apagadas sustituidas por pequeñas y
finas velitas de cera que cada uno de los asistentes sostiene en sus manos para
realizar intenciones personales. De esta manera el celebrante bendice a los
asistentes y les manda a sus destino con la Paz de Dios. Salí de la iglesia con
la reflexión de que el progreso de los emprendedores acogidos a la libertad de
emprender empresas, bajo los lineamientos de la justicia social, lejos de
apartarse de la doctrina social de la Iglesia, ayuda a abrir fuentes de trabajo
y garantiza el sustento de los pobres, de lo contrario, no vería en los grandes
supermercados del sector a mucha gente de origen pobre llevando carritos llenos
de comida a sus casas.
DIA VIERNES 19/08/2016:
Hoy nos llevó Marisela a Pino, Dani y a mí al centro
comercial Barra, calificado como el más grande en la ciudad de Salvador. Tiene
la peculiaridad de estar ubicado cerca del Faro, donde se puede apreciar tanto
el amanecer como el atardecer sobre el lejano horizonte marino, no al mismo
tiempo, pero sí, en el mismo sitio, ya que se trata de la punta de una
península con vista marina hacia el este y el oeste.
El centro comercial en sí, no representa algo nuevo para
uno, acostumbrado a los que tenemos en Venezuela. Lo novedoso son algunos
detalles, como el caso de señalamiento, dentro de los estacionamientos
techados, los puestos libres y los puestos ocupados, mediante luces roja y
verdes en el techo, lo que le permite al conductor entrar a los pasillos donde
vea luces verdes, desechando los pasillos totalmente ocupados con luces rojas.
Del mismo modo, los urbanistas están aprovechando las nuevas tecnologías
digitales, para automatizar el funcionamiento de grifos de agua y dispensadores
de jabón, con detectores ópticos o sonoros, no lo sé. Las firmas comerciales
que representan franquicias cosmopolitas son numerosas, de distintas ramas de
actividad económica, no compiten por precio, sino por calidad y presentación de
sus productos; muchas de ellas son desconocidas en Venezuela. Es lamentable que
nuestro país siendo socio del Mercosur no tenga presencia activa con sus
productos, lo que si se detecta con los productos de los otros miembros del
bloque comercial. Los vigilantes tienen una estatura que sobrepasa 1,80 m. Bien
uniformados, corteses y corriendo por los pasillos en una especie de patineta
eléctrica impresiona a cualquier timador. Las carteleras informativas son
electrónica, con pantallas horizontales. Hay dispensadores de golosinas y
pequeños productos con máquinas electrónicas. El ticket del estacionamiento se
cancela tanto en stands como en equipos electrónicos semejantes a los
telecajeros, pudiéndose cancelar, tanto en efectivo como con dinero plástico.
Las ferias de comidas y las salas de cine son iguales a las conocidas por nosotros.,
exceptuando, la variedad y las cantidades.
También nos tocó almorzar en la feria de comida. Daniel no
renunció a sus hamburguesas Mc. Donald para compararlas con las que se están
ofreciendo en Valencia. Pino y yo buscamos un plato bien resuelto, por peso, y
lo compartimos. Todos quedamos hartamente satisfechos, por lo que nos dirigimos
a las salas de cine para seleccionar la última serie de la “era del hielo”. Se
me hizo imposible resumir el argumento de la película porque fue una gran
siesta la que disfruté parte de aquella tarde.
Posteriormente salimos del majestuoso centro comercial para
matar el tiempo y atravesar una pasarela peatonal que se bifurca en varios
puntos con otros pasillos en distintas direcciones, porque se atraviesan hasta
dos o tres autopistas en distintos niveles. Son tan amplias, que permiten en
algunas pasarelas, la presencia de buhoneros. En todo el frente del centro
comercial Barra se puede apreciar el edificio sede del teatro en Salvador.
Realmente se trata de una arquitectura moderna digna de admiración, donde
predominan cubos sobresalientes y cubos encerrados en medio de otros cubos. En
algunos aspectos esta gran metrópoli del Salvador deja atrás a la capital de
Venezuela. Me cuesta haber escrito esto último, pero en honor a la verdad no
podría omitirlo, sino envidiarlo, y desear, que nuestras nuevas generaciones
cambien esos insignificantes detalles.
De regreso al centro comercial, fastidiados ya por el tropel
humano que nos rodeaba, nos sentamos a esperar que nos vinieran a buscar.
DIA SÁBADO 20/08/2016:
Tras fines de semanas álgidos, nos tocaba este fin de
semana, tratar de tener un fin de semana apacible, sin mucho agite, buscando
tranquilidad y espacio para poner cosas urgentes al día. En la tardecita, Pino se dedicó a preparar
unos suculentos patacones, acompañados por calamares, guasacaca, panes con ajo,
etc., todo para picar, y tomarnos unos tragos de cerveza. Los muchachos
estuvieron jugando con sus camaradas en los distintos espacios que ofrece el
condominio, incluyendo su cena en casa de sus amistades.
Junior había comprado distintas marcas de cerveza para que
yo las catara, porque le había comentado en una de las tantas visitas a los
supermercados la gran cantidad y variedad de los estantes exclusivos para
cervezas. Sobresalen las siguientes marcas: Brahma, Kaiser (Heineken), Skǫl,
Itaipava, Antártica, y muchas más. En lugares públicos también se aprecia mucho
la variedad y competitividad de marcas, tanto por el consumo, como por la
publicidad en vallas, toldos, sombrillas y quioscos. Hay cervezas claras y
oscuras. Amargas y neutras. Con alcohol y sin alcohol, en cuyo caso, estas
últimas se pueden equiparar a nuestras maltas en Venezuela, pero sin llegarle
nunca a la calidad a la que nos tienen acostumbrados en Venezuela (Maltin Polar
y Regional). En la misma calle Priscila Dutra funciona un gran depósito
cervecero donde se expenden las cervezas Esenbahn, BadenBaden y Kirin Ichiban.
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