jueves, 12 de enero de 2017

PASO DEL HEMISFERIO NORTE (parte III)


DIA MARTES 09/08/2016:
Hoy en la mañana caminé por la rua Luis Tarquinio en dirección sur, es decir, como si me dirigiera a Salvador, hasta llegar a la enorme pasarela de la avenida Estrada de Coco, donde pasé hacia la vía contraria, para seguir caminando en sentido contrario, hasta llegar al supermercado Atakadao. Es impresionante ver cómo dos hipermercados, uno frente al otro, separados por una gran autopista, funcionan abarrotados de clientes. El que está frente se llama Atakarejo, ya conocido por mí en días anteriores. La diferencia entre ambos se basa en que en el hiper Atakadao tiene mejores ofertas que el otro, siempre y cuando, se cancele en efectivo.

          No es frecuente ver dos hipermercados, uno frente al otro, separados por una gran autopista

También se puede apreciar que en este establecimiento la mayoría de los clientes tienen aspectos de un mayor nivel económico que los usuarios del otro, ubicado al frente. Se podría especular, pensando que así como los habitantes pobres viven en favelas, mientras que la población de mayores recursos vive en condominios, residences, villas, etc., así del mismo modo, la mayoría de personas de escasos recursos económicos selecciona el Atakarejo para hacer su mercado quincenal, mientas que la clase social media a alta, frecuenta más el Atakadao. También me llamó sobremanera, cuando había visitado el supermercado Atakarejo, observar que la mayoría de los clientes, por sus prendas de vestir, por su aspecto descuidado en el peinado y aseo personal, o en sus modales (sin que estos aspectos se puedan considerar despectivos o peyorativos a su condición natural), se pueden considerar personas provenientes de sectores populares, de distintas edades y sexo. Cuando se detienen frente a la pretendida mercancía a seleccionar entre una gran variedad de marcas, modelos y tamaños, seleccionan la de menor precio, aunque sean céntimos, buscando rendir el dinero que traen, sin considerar para nada las características cualitativas de los productos. En las cajas de pago es admirable ver cómo los carritos de estas personas van repletas hasta sobrepasar los bordes de las cestas de los carritos, prueba de que si, ciertamente son pobres, también lo es, que pueden llevar buena cantidad de comida a sus hogares. Finalmente, salí del Atacadao para dirigirme a la casa en Vila Verde, pero con la dificultad y preocupación, de que esta vez tendría que atravesar la Estrada de Coco y llegar “vivo y coleando” al otro lado, porque la pasarela había quedado muy lejos.
Ya en la tardecita salimos todos un poco apretados en el carro de Marisela a llevarnos al Shopping Salvador Norte, donde nos encontraríamos Junior y mi persona para dirigirnos al estadio Fonte Nova a un juego válido de la XXXI edición olímpica mundial, Brasil 2016. Resulta ser que Brigdestone es patrocinante de las olimpiadas, por lo que rifaron entradas entre el personal, y Junior se ganó dos entradas, que de inmediato, las destinó para usarlas junto conmigo. Nos dirigimos a la estación del metro, y en este transporte, llegamos a la estación cercana al estadio Fonte Nova, el número uno en el estado de Bahía. Fue la única oportunidad que tuve de utilizar el servicio del metro en Salvador. Este día tuvimos la oportunidad de gozar de excelentes guías y guardias que nos acompañaron en operativo especial por la importancia del evento de carácter internacional.
El sistema del Metro de Salvador, Bahía, integrará a Lauro de Freitas en calidad de mancomunidad metropolitana. En 1997 el prefecto de El Salvador (Mário Kertész) presentó por primera vez un proyecto concreto para dotar a la ciudad del sistema urbano ferroviario, pero no fue, sino hasta el año del 2000, cuando se iniciaron las obras para la construcción de la primera línea entre Lapa y Aguas Claras/Cajazeiras. En el año 2014 la presidenta Dilma Rouseff lo puso en funcionamiento con motivo del campeonato mundial de futbol  de la Fifa. Actualmente  funciona la línea 1. La línea 2 está en pleno proceso de construcción arrancando desde la estación Bonocó para llegar la futura estación terminal de Lauro de Freitas. La línea 1 y la línea 2 se unen en la estación de Bonocó  con un túnel de transferencia entre ambas. El sistema del metro de Salvador está siendo administrado por una concesionaria privada llamada CCR Metrô de Bahía. En vista de las grandes extensiones de que gozan en Brasil, casi todo el trayecto será superficial. Me llegó a comentar Marisela que cuando vinieron por primera vez al Brasil, en viaje de reconocimiento, encontraron una de la estaciones en construcción inicial, y a los dos meses, cuando volvieron nuevamente, ya estaba terminada. Una de las ventajas de esta majestuosa obra es que no entorpece el normal desenvolvimiento de la ciudad, con tráfico y desvíos. Se ven kilómetros cercados donde lo construyen. Los muchos obreros  que laboran se ven bien uniformados y dotados, y con muchos atuendos de seguridad industrial los que trabajan en partes altas.

 
 
 
                    Nos dirigimos a la estación del metro que integrará al Salvador con Lauro de Freitas.

Por el camino observamos mucha vigilancia, llegándonos a chequear dos veces, para evitar el porte de armas de todo tipo. Al llegar a la puerta principal del gran coliseo me impresionó mucho la majestuosidad de las estructuras, su altura, la amplitud de pasillos e identificación por letras y números de los distintos sectores en que se divide la gradería. Pero lo que más me emocionó, fue pensar que estaba asistiendo a un encuentro olímpico mundial, algo no fácil.

 
 
 
           Nos dirigirnos al estadio Fonte Nova a un juego válido de la XXXI edición olímpica mundial

Me percaté, entonces, que Junior y yo, éramos los primeros de la rama Sarratud en asistir a un juego olímpico de tal magnitud, lo cual, es un gran motivo de satisfacción personal. Realmente había poca asistencia al encuentro futbolístico, porque no se trataba de un juego crucial para clasificación. En el primer juego se enfrentaron Australia vs Zimbawe, especialidad femenina, y cuando llegamos, el juego estaba bastante avanzado, ganando Australia 6 por 0. El público aupaba a las africanas para que no se fueran sin marcar. Faltando minutos para finalizar la partida, lo lograron mediante el cobro de un penalti. En la hilera de gradas, donde nos tocaba presenciar el juego, ya había llegado el ingeniero Miler Luglio Bochi, compañero de trabajo del Junior, acompañado por su pequeño hijo. Los cuatro pasamos el rato muy agradable, a pesar de la barrera del idioma. Luego empezó el segundo encuentro del día donde se enfrentaron Francia y Nueva Zelandia. Este juego fue más equilibrado, a pesar, de que Francia ganó 3 por 0. Entre el primer tiempo y el segundo tiempo recorrimos pasillos y casetas comerciales. Había muchos vigilantes armados hasta la coronilla, paramédicos, brigadas de bomberos y guías. Los baños públicos en excelente estado de óptima calidad y limpieza. La grama de la cancha es natural, muy bien conservada. Toda la gradería techada, de 2 pisos, bordea la cancha. Me sentí agradado en pensar que canchas como el Cachamay de Puerto Ordaz, y el Metropolitano de Barquisimeto, no tienen que envidiar al Fonte Nova del Salvador, que fue construido en 1951 bajo la denominación de complejo cultural y deportivo Octavio Mangabeira, sirviendo de sede al equipo de futbol local, Botafogo de Salvador (hoy Bahía), hasta el año 2007, cuando se derrumbó una parte de la gradería, pereciendo 7 personas y quedando heridos 40 fanáticos. Se demolió y sobre el mismo sitio se construyó el nuevo estadio de fútbol de Salvador, bajo la denominación de Arena Fonte Nova, inaugurado por Dilma Rousseff en el 2014 para la copa del mundo. Tiene capacidad para 55.000 espectadores sentados. Los suvenires de las tiendas del estadio me parecieron caros. Al final hicimos el mismo itinerario para regresar a la casa, contentos y gozosos de tan maravillosa experiencia vivida este día.

DIA MIÉRCOLES 10/08/2016:
A media mañana, después que Marisela había llegado de su acostumbrada sesión de ejercicios, me invitó a que la acompañara al centro de Lauro de Freitas a fin de comprar los artículos que le faltaban para completar la organización de la fiesta infantil del cumpleaños de Juan Francisco.

 
 
        
      El casco central de Lauro de Freitas es el típico centro urbano de pueblo sin urbanismo moderno

El centro de Lauro de Freitas es totalmente distinto al sector residencial de Junior y Marisela. En efecto, es el típico centro urbano de pueblo sin urbanismo moderno, con calles y manzanas desordenadas, vendedores ambulantes por doquier, en fin, una imagen fiel del casco central de Güacara, o cualquier pueblo provincial venezolano alejado y olvidado de la capital. Tanto los comercios formales como los improvisados buhoneros en la aceras de las calles se ven sumamente activos frente al abultado tropel de gente ávida de compras. En algunas ocasiones se dificulta caminar por las calles, y se hace imperativo, el caminar por la calle entre vehículos estacionados y vehículos andantes. Un señor de mediana edad me pasó cerca, una de las veces, y su “tufillo” me mareó y me dejó mala sensación por buen rato. Los parqueadores para cuidar y ayudar el movimiento vehicular son exactamente a los que tenemos en Venezuela, salvando el idioma. No hay atractivo para el turismo, y solo por necesidad de artículos que no se consiguen en otras partes, lleva a los habitantes de los condominios, villas y residences a trasladarse al centro de Lauro de Freitas de compras. La gran clientela del comercio de esta zona está conformada por las numerosas favelas que rodean el down town de Lauro de Freitas.

                En la tarde salimos a caminar Pino, Dany y mi persona con dirección a la playa Gavea

En la tarde, cuando el sol había suavizado sus rayos ultravioleta inclementes, salimos a caminar Pino, Dany y mi persona con dirección a la playa Gavea, ya conocida por mí. Encontramos la playa muy solitaria, con fuerte brisa oceánica, y en condiciones de marea baja. Nos acomodamos cómodamente en los bancos de madera frente a la playa, aprovechando la ausencia de turistas para ese momento. Al paso de los vendedores ambulantes compramos “castañas” (merey en Venezuela), saladas y dulces, sumamente sabrosas, pero desagradables para el bolsillo, porque se encuentran mucho más económicas en las tiendas y supermercados locales, pero se trataba de deleitar el momento que estábamos disfrutando en el paseo playero. Dany y yo nos zambullimos tan solo unos 15 minutos las playas del océano Atlántico son más frías que nuestras cálidas playas caribeñas. El oleaje también se siente más fuerte en estas playas del sur, como así mismo, la salinidad se percibe mucho mayor en el gusto, cuando las olas de esta parte del océano Atlántico revientan sobre el rostro. En casi todas las visitas a las playas me conseguía grupos de surfistas practicando su hobby. Nos quedamos un rato más, y regresamos a pie por la misma ruta que habíamos utilizado para llegar a la playa. Yo, personalmente, me tardo 20 minutos en ida y otros 20 minutos de regreso. Pero el trayecto lo hicimos más o menos en media hora, tanto de ida como de vuelta. De todas formas el trayecto es agradable, y lo más importante, es seguro. En el trayecto de regreso fue preciso comprar agua para compensar la deshidratación de Daniel. También más cara que en panaderías y locales comerciales cercanos a la casa de Vila Verde.

                                              El oleaje también se siente más fuerte en estas playas del sur

DIA JUEVES 11/08/2016:
Hoy me decidí a caminar largo, sobrepasando la hora que habitualmente hago por día. De conformidad a dicha intención, salí de la casa en Vila Verde por la Priscila Dutra en dirección a la Iglesia San Juan Evangelista para seguir sin conocer la zona, la misma calle, que por no ser una recta constante, sino por el contrario, una combinación de rectas y semicurvas que desembocan a esquinas con tres calles que rodean mini redomas. En vista de que los buses pasan con frecuencia, siempre seleccionaba la calle por donde transitan estas unidades. Es así, como pasé por frente a una posada turística que me llamó la atención por la gran cantidad de árboles que la rodean, llamada “pousada Itamaracá”, muy poco después, me conseguí que pasaba por el frente de “villas tenis club”. También logré conocer la existencia de una escuela de equitación.

  
         Descubrí sitios interesantes: pousada Itamaracá, tenis club y la escuela de equitación

En vista de que había transcurrido suficiente tiempo para regresar caminando y de haber acumulado más de 1 hora, empecé a buscar el regreso por otra calle para no andar por donde había caminado. Este trayecto de regreso me parecía interminable porque era totalmente desconocido, y como no hallara ningún punto de referencia de los ya conocidos, decidí buscar la Estrada de Coco. Estando en esta faena, me conseguí un pequeño terminalito de la línea de autobuses “Does do Julho” y “Costa Verde”. Con mi pobre portugués le dije a un supervisor de la línea autobusera que deseaba tomar una unidad que me condujera cerca de la Priscila, olvidándoseme el nombre completo, “Priscila Dutra”, por lo que noté que no tenía idea de la existencia de la calle. Insistí entonces con la rua Luis Tarquinio, y entonces, él mismo preguntó: quiere ir a la Priscila Dutra?, a lo que le respondí afirmativamente. De inmediato me indicó una unidad de las 7 que estaban en fila para iniciar sus rutas. Con la adrenalina en baja porque se me había despejado el horizonte a mi destino y porque realmente no pretendía caminar el mismo trecho que había andado, me monté en el autobús indicado dispuesto a llegar a tierras conocidas. Cuando tomé asiento se me volvió a subir la adrenalina porque era la primera vez que tomaba un ómnibus solo, en país extranjero, sin dominar su idioma, pero prevalecía la confianza en las indicaciones del amable y atento supervisor de la línea.

 
 
                                                  Regresé exactamente por donde había venido

A pesar de que llevaba la intención de regresar a casa por una vía distinta, el autobús regresó exactamente por donde había venido, pero también por otros sectores desconocidos para mí, que me llevaron a pensar que si el supervisor no me había entendido bien y me llevara muy lejos, tomaría un taxi para llegar a donde quería llegar. Después de dar muchas vueltas, el autobús pasó por las calles cercanas a la playa Gavea, ya conocida por mí, y concluí que desde allí ya había llegado en mis caminatas anteriores a la casa sin titubear un momento. Ya cerca a la primera esquina más cercana a la casa, toqué el timbre de parada, y cuando le enseñé al chofer un pequeño puñado de monedas para cancelar, sonriendo me señaló hacia la puerta de salida, igual que a los árbitros de futbol cuando expulsan a un jugador, para que me saliera sin cancelar, entonces, dando las gracias, me bajé y llegué a la casa, solamente lamentando, que la unidad no me dejara en todo el frente de la casa, y pensando en la diferencia tan notable con Valencia, cuando enseño mi carnet de tercera edad, tanto el chofer como el colector, disgustados, me manifiestan disgusto por estar exonerado del pago. En Lauro de Freitas y Salvador, todo lo contrario, muestran respeto, y simpatía por un pasajero de tercera edad. Posteriormente, a los siguientes días, comenté con Marisela el itinerario realizado este día, y me hizo caer en cuenta, que cuando llegué de caminar largo y encontrar el terminalito de los autobuses, ya estaba cerca del condominio, por lo que no se justificaba tomar autobús para llegar a la casa de vuelta, pero pensaba que estaba muy lejos y no quería seguir caminando más.

DIA VIERNES 12/08/2016:
El hecho de haber viajado el día anterior por primera vez, me cautivó para emprender nuevos viajes en las líneas autobuseras de la zona. Hoy tomé un autobús en la Estrada de Coco, pero del lado contrario a donde se le llega viniendo desde la casa. Así pues, me tocó cruzar la gran avenida de intenso tráfico, en momentos que no hubiera peligro para cruzar. Como estos momentos no son frecuentes, se suele acumular un grupo representativo de transeúntes, haciéndose más fácil cruzar la autopista junto a otras personas. Pero siempre da nervio a quien no está acostumbrado a ello de manera frecuente. Ya seguro, “vivo y coleando”, del otro lado de la autopista, caminé hacia la parada de ónibus.
Aquí los autobuses no recogen pasajeros en cualquier sitio, sino, exclusivamente en las paradas, sin impedir el tránsito de otros vehículos, ni tampoco, poner en riesgo a pasajeros. Los autobuses que siempre utilicé fueron los más populares. Sin embargo, ninguno de ellos los llegué a encontrar destartalados. Tampoco lustrosos o con olor de tapicería nueva. Estas líneas de autobuses tienen al colector sentado en un puesto cercano a la puerta trasera, para que sean los pasajeros, que entran solamente por la puerta de atrás, quienes pasen por su asiento para pagarle. Las personas exoneradas de pago entran por la puerta delantera, al lado del chofer. Desde que descubrí esta modalidad, siempre seguí entrando por delante, y nunca, me pidieron documento alguno para justificar mi ascenso por la puerta delantera. Hay muchas líneas más con otras modalidades, pero no las llegué a conocer cómo funciona la rutina de pago. Llegué a observar que hay colectores sueltos como en Venezuela, pero no pude detallar el procedimiento establecido. Siguiendo con los autobuses que llegué a frecuentar, constaté que todas las puertas se abren y se cierran al ser accionadas por el chofer, y siempre van cerradas durante el trayecto. Igual, los timbres para indicar parada están siempre operativos. Nunca llegué a conseguir unidad autobusera con mecanismos dañados y fuera de servicio.


También se encuentran esporádicamente vendedores ambulantes que suben a la unidad para pasar puesto por puesto entregando la mercancía y retirar luego la que no se venda, por supuesto, el libreto comercial que utilizan es en portugués, pero la escena en vivo es idéntica a la que vemos en Venezuela. Todo el parque automotor público es numeroso. Las unidades suelen ir con pocos pasajeros, y cuando todos los asientos están ocupados, los pasillos tienen pasajeros sin llegar nunca al hacinamiento, todo lo contario, con espacio suficiente de circulación libre de aire y evitar pisones y apurruñamientos incómodos, tal cual, como está ocurriendo en Venezuela por la crisis del país. A pesar de la magnitud de parque automotor público, se observa mucha gente esperando transporte en las paradas, porque tienen muchas rutas distintas, y los pasajeros deben esperar pacientemente que pase la unidad que les conviene a sus intereses particulares. En mi caso, nunca tuve que esperar, porque siempre tomé rutas largas, que pasan más frecuentemente que rutas específicas.  
Una vez que tomé el autobús seleccionado, llegué hasta una esquina con parada y pasarela. Crucé la avenida por la pasarela y me interné por la calle principal, llegando por casualidad, exactamente a los alrededores donde había ido con Marisela, al propio centro de Lauro de Freitas. En vista de que ya lo conocía, lo recorrí poco, en realidad no tiene mucho que ver, y regresé a la misma parada donde me había bajado para tomar el regreso a la casa 

DIA SÁBADO 13/08/2016:
Amanecimos emocionados porque era el día programado para conocer el sitio de trabajo del Junior, gracias a una actividad social programada por Relaciones Industriales, llamada “open house”, consistente básicamente en una actividad de integración de las familias de trabajadores con la empresa, y al mismo tiempo, homenajear a los padres en el “día del pai” (día del padre), que en el Brasil se celebra tradicionalmente el segundo domingo de agosto.
La Firestone se estableció en el municipio Camaϛari del estado Bahía en el año 2007, a una distancia aproximada de 41 Km al Salvador, la capital del estado. Es el municipio donde están asentadas la mayoría de las plantas industriales del estado. Su acceso desde el Salvador es por una pintoresca autopista que atraviesa tierras llanas, con frecuentes colinas de poca elevación. Tiene gran parecido a las sabanas del Campo de Carabobo.
Saliendo del condominio de Vila Verde el trayecto obliga dirigirse a las afueras del Salvador para tomar la mencionada autopista. Con tráfico fluido, el tiempo para llegar a las instalaciones industriales es aproximadamente unos 45 minutos. Salimos completos todos en los dos carros. Al llegar un comité de bienvenida nos recibió en el hall de entrada y tomaron foto del grupo familiar junto a un gran logotipo de la firma Bridgestone. Luego nos invitaron a pasar a un amplio salón de recepción donde tenían dispuesta una gran mesa con frescos, café, y muchas galletas, pastas, golosinas, etc. Cuando el grupo de invitados se completó junto al comité de bienvenida, formado por gerentes y funcionarios de la empresa, se dio inicio al evento con la intervención de Cristina, quien presentó a su equipo anfitrión. En una buena pantalla se presentó un bosque histórico de Firestone/Bridgestone.

 
 
   
                                                   Bridgestone / Firestone organizó un “open house”

Harvey Samuel Firestone, a los 31 años de edad, fundó en agosto de 1900 la prestigiosa firma industrial Firestone para producir neumáticos destinados a vehículos automotores de transporte con doce empleados en Akron, Ohio, USA. Inicialmente mantuvo estrechas relaciones comerciales con Henry Ford para proveer de neumáticos a los automóviles de la fábrica Ford, además de vender neumáticos independientemente, hasta el año 2008, cuando ambas firmas rompieron su asociación estratégica a raíz de un largo litigio judicial.
Al otro lado del planeta, en Japón, años más tarde, en 1931, Shojiro Ishibashi fundaba una compañía para fabricar neumáticos, basándose en su larga trayectoria de fabricación de calzado japonés a base de suela de goma. Denominó su nueva empresa con el significado de su apellido, que literalmente significa "stone-bridge" en inglés, pero lo revirtió, quedando definitivamente, “Bridgestone”. Como era un japonés fanático de los norteamericanos, logró con esta denominación, emular la prestigiosa firma norteamericana de cauchos, Firestone, sin pensar, que más tarde, las dos firmas se convertirían en una sola: Firestone/Bridgestone. Como nota curiosa, un norteamericano de apellido Firestone fundó Firestone y otro ciudadano japonés, Stone Bridge, fundó Bridgestone, ambas compañías, del mismo ramo industrial y con denominaciones comerciales compuestas por palabras homónimas, del tipo parónimas. La compañía Firestone fue comprada por otra compañía del sector, la japonesa Bridgestone, en el año 1988, tomando a partir de entonces, los dos nombres combinados, condición, bajo la cual hoy día se mantiene igual.
Seguidamente pasaron a describir de manera teórica el proceso productivo, también con la ayuda del video beam. Luego, pasamos a la visita guiada por pequeños grupos a la planta procesadora de neumáticos. Nos dotaron de lentes protectores y tapa oídos. Las instalaciones son tan grandes, que nos trasladaron en un bus al galpón industrial. Nos tocó el privilegio de ser guiados por el gerente de control de calidad, Davidson Garcia, quien domina el español porque se desempeñó en la planta de Argentina. Su labor fue magistral y apasionada. Se salió de la rutina de este tipo de visitas guiadas para llevarnos al laboratorio de control de calidad, como un gesto de aprecio hacia el Junior. Casi al mediodía terminó la gira por las instalaciones industriales, durante la cual, pudimos apreciar a grandes rasgos, la conversión de tiras de goma y aditivos de acero y químicos, pasando por distintas etapas, totalmente automatizadas, con muy poca intervención de la mano humana, hasta convertiré en flamantes cauchos como lo vemos en las caucheras o en los distintos transportes.

                                                                        Homenaje a los padres

De regreso a la sala de recepción original, hubo un pequeño homenaje a los padres con un conjunto en vivo integrado por trabajadores de la planta. Dieron un obsequio a los padres trabajadores, y colocaron algunos papelitos en distintos sitios de la sala, para entregar un regalo a quienes los encontraran. Muy ágilmente, Daniel consiguió dos de esos papelitos, uno para él, y otro me lo obsequió, permitiéndonos a los dos llevar un balón de futbol con el logotipo de Firestone/Bridgestone. Terminó la jornada del día con una foto general de todos los asistentes.
En la tarde salimos Junior y mi persona a llevar a Daniel al apartamento de Marlon porque lo invitaron a un juego de fútbol válido para el calendario de las olimpíadas. Él había comentado cuando me tocó a mí, que le agradaba mucho que asistiera yo, porque él tendría más oportunidades que yo de asistir a algún evento olímpico. Sin pensarlo, ya esa oportunidad se la presentó el destino. Resulta que Marlon había comprado entradas para todo el grupo familiar, pero uno de sus hijos no podía asistir debido a las tareas estudiantiles, entonces, decidieron usar la entrada para que Daniel la aprovechara. Después del juego se quedaría a dormir con la familia.

DIA DOMINGO 14/08/2016:
Hoy teníamos una invitación por parte de Marlon y Carolina para desayunar en su apartamento, y de paso, traernos a Daniel, quien había amanecido allí, como si fuera un miembro más de la familia.

 
 
                       Invitaron a Daniel a un juego de fútbol válido para el calendario de las olimpíadas

El apartamento está ubicado al frente de la costa de la gran península del Salvador. Tiene una admirable vista marina desde sus balcones, aparte de la brisa que le entra al apartamento. Esta bella pareja se ha hecho muy amiga de Junior y Marisela. Su hijo mayor, Marlon Alberto, es contemporáneo de Daniel y han congeniado muy bien en nuestra estadía en Brasil. Mientras los adultos estamos reunidos, ellos comparten el rato hablando, jugando billar o cartas en el área común del edificio. Marlon ocupa un cargo importante en una de las transnacionales que salieron de Venezuela durante los inicios de la gestión de Chávez. Durante 10 años salía de su tierra natal zuliana al exterior y regresaba, hasta que su esposa, Carolina, decidió salir junto a él y los hijos pequeños. Fueron unos de los pioneros de tecnócratas venezolanos en el exterior, aplicando sus experiencias y conocimientos fuera de las fronteras venezolanas. Con la crisis mundial para el sector petrolero su empresa se ha visto en la necesidad de reducir notablemente la nómina, pero a él, lo mantienen hasta el momento como una ficha importante, de la que no se quiere desprender. En las conversaciones que hemos podido entablar se ha podido constatar que conservan como un tesoro los valores que trajeron de su terruño zuliano, por lo que la familia se mantiene unida y encaminada a llevar a los hijos a un futuro digno y promisor. La primera vez que llegaron al Salvador buscaron residencia cercana a un colegio salesiano para buscar la educación de sus hijos bajos los lineamientos de San Juan Bosco. Cada vez que veníamos de Laura de Freitas al Salvador por la autopista, pasábamos por un sector desde el cual se divisa claramente la imagen de Juan Bosco cercana al colegio. Nuestro suculento desayuno dejó de ser desayuno para convertirse en suculento almuerzo, a base de camarones frescos, arepas, revoltillos, mermeladas, en fin, todo un extraordinario menú que intrínsecamente invitaba a degustarlo.

  
 
 
                                                   Esta bella pareja se ha hecho muy amiga de Junior y Marisela

De esta manera, como dice el proverbio popular “estómago lleno, corazón contento”, salimos en dirección a la casa de José Luis y María, quienes nos habían invitado a un espléndido almuerzo familiar en el área común del condominio donde están residenciados. María cumplía años ese día, y Pino ya había terminado un pequeño cuadro bordado con motivos venezolanistas. Cuando María recibió el obsequio de manos de Pino, no pudo contener sus lágrimas de emoción. Un mesón largo rodeado de sillas era el centro de la sala de fiestas, con numerosos platos típicos brasileños. Por su parte, José Luis estaba al lado, frente a la churrasquería (Parrillera en Brasil), asando carne y chorizos. A todas las parrillas que nos tocó asistir, noté que los cortes de carnes son gruesos y la carne bastante blanda, de muy buen sabor y jugosa. Al lado de este escenario una pequeña piscina acogía a María Victoria, Juan Francisco y a Sara y sus amiguitas vecinas. El ambiente era muy propicio, alegre y amigable. Prácticamente no tocamos los apetitosos platillos que nos esperaban en la mesa, lo que nos proporcionaba mucha vergüenza, porque podría interpretarse como un desprecio frente al gran esfuerzo de prepararlos y ofrecerlos generosamente ante nuestra visita. Y es que habíamos llegado completamente saciados con el desayuno en el apartamento de Marlon. Finalmente el sincero aprecio de María hacia todos nosotros se sobrepuso, y nunca llegó a reclamarnos nada, por dejar casi intacto su generoso buffet, ayudándole a llevar todo, comida, mesas y sillas, desde el área de recreación común a la casa de ellos.

DIA LUNES 15/08/2016:
Continué mis caminatas por los alrededores del condominio Vila Verde. Entre tantos negocios a los que entraba solo para curiosear, solo me llamó la atención una librería evangélica que no solo ofrecen libros, sino además, muchas otras cosas, que exponen en venta a los visitantes, tales como, llaveros, imanes, mensajes en tablillas para colgar, pequeños objetos de escritorio, etc. En algunos negocios iba comprando pequeñas cosas para llevar exiguos souvenirs. Una de las grandes limitaciones de este viaje fue la restricción en Venezuela para acceder a dólares de viajeros. Ninguno de los tres tuvimos oportunidad de comprar divisas para el viaje. Solo pudimos contar con generosas contribuciones espontáneas de nuestro entorno familiar. Mediante este operativo logramos los tres reunir tan solo 674 US$. Antes del viaje, yo logré transferir al Junior 44.000 BF para que me los reembolsara en R$ (reales brasileños) cuando estuviéramos en suelo brasileño. Otra gran limitación de tipo económico para este viaje fue la fuerte devaluación del bolívar frente a monedas extranjeras, lo cual, implicaba que iba a recibir una cantidad irrisoria de R$ por el monto transferido anteriormente en bolívares. Pero absolutamente nada de toda esta circunstancia material logró empañar o minimizar el inmenso placer, dicha y felicidad espirituales de permanecer nuestra estadía en compañía de Junior, Marisela, María V. y Juan Francisco. Al contrario, fueron días inolvidables en nuestra existencia.

DIA MARTES 16/08/2016:
Salí directo del condominio Vila Verde en dirección a la Estrada de Coco, con la intención de tomar el autobús para llegar a cualquier lugar desconocido por mí, bajarme y caminar, para finalmente, regresar en autobús y llegar a la casa. En este día recorrí por segunda vez una de las favelas que se encuentran en el sector de São Cristovão, donde tomé una serie de imágenes fotográficas con el teléfono de Pino.

DIA MIÉRCOLES 17/08/2016:
En vista de que ya me conocía muy bien la zona, me propuse a caminar por sitios andados anteriormente, sin muchas novedades, ni sorpresas. Crucé la gran autopista Estrada do Coco en un sector sin pasarela, pero tomando las previsiones necesarias para cruzar con seguridad sin prisa y a la espera del momento más adecuado. Caminé por la acera que bordea la gran autopista hasta llegar a una pasarela por donde pensaba pasar y regresarme sin tener que cruzar la vía. Antes de pasar entré a un vivero, cuyo nombre no registré, pero me llamó mucho la atención. La administración del vivero está en una pequeña colina que domina todo, tanto el vivero en sí, como los alrededores y el cauce de la gran autopista. Se trata de una gran casona, de estilo alemán, rodeada de matas ornamentales, pero totalmente cerradas las puertas y ventanas. Me extrañó encontrar el acceso abierto, permitiéndome caminar por el sendero de sus plantaciones. Finalmente, lamentando no tener mi cámara fotográfica, pasé la pasarela al otro lado de la autopista. Todas las pasarelas en la zona son iguales, cambiando tan solo la dimensión y bifurcaciones requeridas en casos específicos. Sus pasillos son amplios, techados y con buenas barandas de seguridad. Ya en el mismo lado de ubicación de Vila Verde, entré a uno de los dos hiper que están anexos el uno al otro, sin que ninguno de los dos, quede impactado por la competencia entre ambos, al contario, pareciera que tal condición les favorezca en la comercialización de la infinidad de productos. No compré nada, pero vi mucho. Siguiendo el camino a casa entré por segunda vez a la oficina de atención al turista. Igual que la primera vez, el local estaba cerrado. Al quedarme unas fracciones de minutos frente a la puerta, el mismo funcionario que me había atendido en mi primera visita, me atendió con su habitual gentileza, demostrando que se acordaba de mí, me preguntó cómo me había ido en los sitios que había recorrido en mi estancia por Bahía. Por supuesto, le respondí que excelente, gracias a las orientaciones y folletos que me había entregado. Con mucha vergüenza, entre español y portugués le expresé que necesitaba otro juego de folletos para llevarlos a un hermano que estaba planificando viajar próximamente a Bahía. De esta manera, logré obtener los folletos que buscaba para José Ángel. Contento por el resultado de la caminata del día regresé a la casa.

DIA JUEVES 18/08/2016:
Hoy me sentí castigado sin poder salir de casa debido a los primeros síntomas de un estado gripal y por el cuadro climático del día, con lluvias, sol, lluvias, y así, repetidamente, todo el día. Unas de las diferencias más palpables entre esta parte del sur hemisférico con la parte norte del hemisferio es precisamente el régimen climático. Con un ejemplo de la vida cotidiana se puede apreciar esta situación planteada: Pino acostumbraba en la primera salida del sol a lavar la poca ropa que habíamos traído, a fin de reponer suficientemente las prendas de vestir que necesitábamos diariamente. Cuando las colgaba en los tendederos para secarla, y se iba al porche a sentarse cómodamente para bordar sus tejidos, casi de inmediato, tenía que levantarse corriendo a recoger la ropa para que no se volviera a enchapar con agua de lluvia. Y es que, en Bahía, el tiempo cambia bruscamente de lluvia y nublado a tiempo de sol picante, sin una nube en el firmamento, y viceversa, así mismo cambia de sol a lluvia.
Otra de las diferencias que extrañábamos mucho, fue la ausencia de tempestades eléctricas en toda esta región sureña. Nunca vimos el resplandor de centellas o relámpagos, como tampoco el estrepitoso sonido de los truenos. Los habitantes de aquí, al ser consultados sobre la materia, dicen desconocer lo que es un trueno como los que nosotros señalamos, que nos tambalea con el tremendo sonido explosivo y sorpresivo en Venezuela. La ventaja que nos tocó aprovechar en nuestra permanencia en Bahía, fue la frescura del clima. Con respecto a este tema también nos advirtieron todos, que tal ventaja disfrutada por nosotros era pasajera, porque a partir de septiembre empieza a subir la temperatura para llegar a su máximo en diciembre, cuando se convierte en una situación insoportable por el excesivo calor. Todo esto se agrava porque el costo de la electricidad es tan costoso, que los aparatos de aire acondicionado solo se encienden por la noche, por consiguiente, durante el día se hace preciso soportar un sofocante e inaguantable calor. En esos días calurosos es cuando tiene mayor uso la piscina del área recreativa, como así mismo, la frecuencia de irse a bañar en las cercanas playas.
En la noche asistimos a la “Misa de emprendedores” en la misma iglesia parroquial de San Juan Evangelista. La misa es patrocinada y promovida por emprendedores de mini empresas del barrio de Vilas do Atlantico, de ahí, el nombre que dan a la celebración de la misa en ese día. Al final de la misa practican un pequeño ritual con las luces apagadas sustituidas por pequeñas y finas velitas de cera que cada uno de los asistentes sostiene en sus manos para realizar intenciones personales. De esta manera el celebrante bendice a los asistentes y les manda a sus destino con la Paz de Dios. Salí de la iglesia con la reflexión de que el progreso de los emprendedores acogidos a la libertad de emprender empresas, bajo los lineamientos de la justicia social, lejos de apartarse de la doctrina social de la Iglesia, ayuda a abrir fuentes de trabajo y garantiza el sustento de los pobres, de lo contrario, no vería en los grandes supermercados del sector a mucha gente de origen pobre llevando carritos llenos de comida a sus casas. 

DIA VIERNES 19/08/2016:
Hoy nos llevó Marisela a Pino, Dani y a mí al centro comercial Barra, calificado como el más grande en la ciudad de Salvador. Tiene la peculiaridad de estar ubicado cerca del Faro, donde se puede apreciar tanto el amanecer como el atardecer sobre el lejano horizonte marino, no al mismo tiempo, pero sí, en el mismo sitio, ya que se trata de la punta de una península con vista marina hacia el este y el oeste.
El centro comercial en sí, no representa algo nuevo para uno, acostumbrado a los que tenemos en Venezuela. Lo novedoso son algunos detalles, como el caso de señalamiento, dentro de los estacionamientos techados, los puestos libres y los puestos ocupados, mediante luces roja y verdes en el techo, lo que le permite al conductor entrar a los pasillos donde vea luces verdes, desechando los pasillos totalmente ocupados con luces rojas. Del mismo modo, los urbanistas están aprovechando las nuevas tecnologías digitales, para automatizar el funcionamiento de grifos de agua y dispensadores de jabón, con detectores ópticos o sonoros, no lo sé. Las firmas comerciales que representan franquicias cosmopolitas son numerosas, de distintas ramas de actividad económica, no compiten por precio, sino por calidad y presentación de sus productos; muchas de ellas son desconocidas en Venezuela. Es lamentable que nuestro país siendo socio del Mercosur no tenga presencia activa con sus productos, lo que si se detecta con los productos de los otros miembros del bloque comercial. Los vigilantes tienen una estatura que sobrepasa 1,80 m. Bien uniformados, corteses y corriendo por los pasillos en una especie de patineta eléctrica impresiona a cualquier timador. Las carteleras informativas son electrónica, con pantallas horizontales. Hay dispensadores de golosinas y pequeños productos con máquinas electrónicas. El ticket del estacionamiento se cancela tanto en stands como en equipos electrónicos semejantes a los telecajeros, pudiéndose cancelar, tanto en efectivo como con dinero plástico. Las ferias de comidas y las salas de cine son iguales a las conocidas por nosotros., exceptuando, la variedad y las cantidades.
También nos tocó almorzar en la feria de comida. Daniel no renunció a sus hamburguesas Mc. Donald para compararlas con las que se están ofreciendo en Valencia. Pino y yo buscamos un plato bien resuelto, por peso, y lo compartimos. Todos quedamos hartamente satisfechos, por lo que nos dirigimos a las salas de cine para seleccionar la última serie de la “era del hielo”. Se me hizo imposible resumir el argumento de la película porque fue una gran siesta la que disfruté parte de aquella tarde.
Posteriormente salimos del majestuoso centro comercial para matar el tiempo y atravesar una pasarela peatonal que se bifurca en varios puntos con otros pasillos en distintas direcciones, porque se atraviesan hasta dos o tres autopistas en distintos niveles. Son tan amplias, que permiten en algunas pasarelas, la presencia de buhoneros. En todo el frente del centro comercial Barra se puede apreciar el edificio sede del teatro en Salvador. Realmente se trata de una arquitectura moderna digna de admiración, donde predominan cubos sobresalientes y cubos encerrados en medio de otros cubos. En algunos aspectos esta gran metrópoli del Salvador deja atrás a la capital de Venezuela. Me cuesta haber escrito esto último, pero en honor a la verdad no podría omitirlo, sino envidiarlo, y desear, que nuestras nuevas generaciones cambien esos insignificantes detalles.
De regreso al centro comercial, fastidiados ya por el tropel humano que nos rodeaba, nos sentamos a esperar que nos vinieran a buscar.

DIA SÁBADO 20/08/2016:
Tras fines de semanas álgidos, nos tocaba este fin de semana, tratar de tener un fin de semana apacible, sin mucho agite, buscando tranquilidad y espacio para poner cosas urgentes al día.  En la tardecita, Pino se dedicó a preparar unos suculentos patacones, acompañados por calamares, guasacaca, panes con ajo, etc., todo para picar, y tomarnos unos tragos de cerveza. Los muchachos estuvieron jugando con sus camaradas en los distintos espacios que ofrece el condominio, incluyendo su cena en casa de sus amistades.
Junior había comprado distintas marcas de cerveza para que yo las catara, porque le había comentado en una de las tantas visitas a los supermercados la gran cantidad y variedad de los estantes exclusivos para cervezas. Sobresalen las siguientes marcas: Brahma, Kaiser (Heineken), Skǫl, Itaipava, Antártica, y muchas más. En lugares públicos también se aprecia mucho la variedad y competitividad de marcas, tanto por el consumo, como por la publicidad en vallas, toldos, sombrillas y quioscos. Hay cervezas claras y oscuras. Amargas y neutras. Con alcohol y sin alcohol, en cuyo caso, estas últimas se pueden equiparar a nuestras maltas en Venezuela, pero sin llegarle nunca a la calidad a la que nos tienen acostumbrados en Venezuela (Maltin Polar y Regional). En la misma calle Priscila Dutra funciona un gran depósito cervecero donde se expenden las cervezas Esenbahn, BadenBaden y Kirin Ichiban.








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