viernes, 13 de enero de 2017

PASO DEL HEMISFERIO NORTE (parte II)



DIA MIÉRCOLES 27/07/2016:
Hoy dediqué gran parte de la mañana a caminar. Seleccioné la ruta hacia la Iglesia Sao Joao Evangelista, la cual, queda relativamente cerca de la casa de Junior, pero me tardé mucho porque fui tomando notas detalladas en mi pequeña agenda obsequiada por Isa en su último viaje a EEUU. El modus operandi de estas primeras caminatas exploratorias siempre fue el mismo. Salía del condominio, caminaba por una acera hasta completar el destino programado, tomando nota de los puntos de referencia en ese mismo lado por donde caminaba. De regreso, hacía lo mismo pero en sentido inverso, caminando por la otra acera, y siempre, tomando notas de puntos referenciales. Esto me permitió conocer muy bien la zona, la gente, los comercios, etc. También me facilitó el levantamiento de croquis donde plasmé los puntos de referencia que había registrado durante las caminatas. Estos croquis los hacía en la casa, en horas que no había actividades especiales, lo que me permitió, no pasar nunca algún momento aburrido, más bien, me faltaba tiempo, porque tenía que consultar en maps de google para corroborar exactitud de información vaciada en mis mapitas.


Seleccioné la ruta hacia la Iglesia Sao Joao Evangelista

En este trayecto la nota relevante fue la visita al Pao Express, a donde entré para curiosear la gran variedad de artículos comestibles y delicateses. Se muestran solo algunos de ellos a manera ilustrativa:
Leite (leche) integral Parmalat larga duración 1 l. 4,99 R$; el mismo producto marca Betania 4,89 R$ y la marca comercial Piracan a 4,89 R$; margarina Qmix 250g 3,49 R$; margarina Qualy 500 mg 6,79 R$; queijo (queso) mussarela Sertanejo 204g 7,17 R$; quejo Lanche Da Vinci 190g 7,68 R$; salchichón Sadia 100g 7,68 R$; requeijao (requesón) Polenchi 200g 5,99 R$; requeijao Nestlé (queso crema blanco) 200g 6,69 R$.

  
 
Se muestran algunos de Pao Express

Me salí del Pao Express y seguí caminando hacia la casa. En general, se puede afirmar que el movimiento comercial en Lauro de Freitas es muy activo y competitivo. Se encuentran algunas veces los mismos productos en distintos locales comerciales con diferencias apreciables de precios. Los supermercados e hipermercados abundan por doquier, entre panaderías, establecimientos de delicateses, pequeñas ferreterías y otros, y todos, tienen numerosos clientes, sin que se formen colas. En lo que respecta a las medicinas, sí son muy caras, incluyendo las que consiguen a través de una red de farmacias que dejó montada Luis Ignacio, Lula Da Silva, conocidas como “Farmacia de los Trabajadores”. Por cierto, estas farmacias no se consiguen en los condominios, villas o residence, sino en zonas urbanas de población pobre. En mis caminatas me tropecé con uno que otro mendigo. El vestir de los baianos tiende más a ser informal, en comparación con otras ciudades, según me revelaron quienes han viajado por todo Brasil. La mayoría de los transeúntes van con chinelas, shores y franelas, incluso, en centros comerciales distinguidos. No se aprecian vehículos sucios, sino pulidos, vistosos, incluyendo los de servicio público. Una que otra vez he visto patrullas de policías, pero sin embargo, reina ambiente de seguridad en todas partes. Tampoco me ha tocado oír y ver ambulancias en plena acción. La mayoría de taxis no circulan sino que permaneces estacionados en fila para que los clientes tomen el taxi que está de primero en la fila. La gasolina es tan cara, que de esta manera, los taxistas se ahorran costo en su prestación del servicio. También se ven moto taxis, exactamente igual que como operan en Valencia y Caracas.

DIA JUEVES 28/07/2016:
María Lourdes y Mike llegaron de Paraná a plena madrugada, venían cansados por el largo viaje en tan corto tiempo. Temprano, una vez que “la crianϛa” (los niños) fueron conducidos al colegio por Marisela. Marilurdes, Daniel y mi persona caminamos desde la casa a la playa, guiándome exactamente por el itinerario que yo había levantado anteriormente. Los tres fuimos muy animadamente hablando y celebrando las alocadas ocurrencias de Marilurdes.

  
  
 
 
Marilurdes, Daniel y mi persona caminamos desde la casa a la playa

Llegamos a la praia Gavota (gaviota). La brisa que venía del océano era fría, la bruma marina ofrecía una vista nublada y la soledad que reinaba en el ambiente inspiraba respeto, pero con el continuo y característico sonido agradable del oleaje, la estadía frente a la amplia vista de agua con el horizonte marcadamente curvo, nos hacía placentero la estadía en el sitio. Tomamos algunas fotos en los bancos dispuestos solamente para nosotros y nos dispusimos a regresar. Yo les advertí a mis acompañantes que les tocaría a ellos ir adelante y señalar el camino para regresar a casa. En vista de que al arribar a cada esquina se encuentran dos vías para seleccionar solo una, siempre seleccionaron la que no debían escoger. Los dejaba andar un trecho y les informaba luego que era la otra calle que debíamos haber tomado, obligándonos a devolvernos para seguir el camino correcto. Las primeras veces celebraban la broma. Pero cuando estábamos por terminar la ruta, Marilurdes me reclamó fuertemente, disgustada, increpándome que yo no consideraba su cansancio que traía desde Curitiba. Como pensaba que me había pasado la mano, me dije a mí mismo “ya era” (terminó), y María Lourdes, olvidándose de su mortal cansancio, volvió a sus alegres andanzas.
Temprano, al anochecer y una vez que Junior había llegado de su faena en Firestone, fuimos en los dos carros al centro comercial Salvador Norte, ubicado en el límite entre Lauro de Freitas y Salvador, dentro del lindero de este último. Mike se quedó con la crianϛa viendo por CNN en español el desenvolvimiento de la campaña electoral en EEUU. Este centro comercial fue el primero que conocimos porque es el más grande dentro del círculo urbanístico de la residencia de Junior y Marisela donde se desenvuelven habitualmente para no llegarse hasta Salvador. Como todos los centros comerciales de la región, es muy cómodo, práctico, con amplios pasillos, aire acondicionado central, muy parecido a un sambil nuestro, con las notables diferencias circunstanciales que se viven actualmente en Venezuela. Se notan muchas franquicias desconocidas en nuestro país.

 
 
 
Fuimos al centro comercial Salvador Norte Shopping, ubicado en el límite entre Lauro de Freitas y Salvador

En todos los centros comerciales brasileños no se conocen los centros de comunicaciones telefónicas porque todos los peatones, por más humildes que sean, llevan sus celulares personales. Los centros de copiados son más escasos que en Venezuela, en cambio, las “lojas” (tiendas) de chocolates, prendas de vestir, artefactos de línea blanca, “droguerías” (farmacias), productos veterinarios y perfumerías son muy abundantes. En la feria de comida consumimos algo liviano como cena. También son iguales a las que tenemos en Venezuela.

DÍA VIERNES 29/07/2016
Hoy en la mañanita caminé temprano después que Junior se había ido a su trabajo y que Marisela había llevado a la crianϛa al colegio para después asistir a sus ejercicios de gimnasia. Aparte de que mis caminatas forman parte de mi tratamiento preventivo cardiovascular, aquí en Brasil, se han convertido en una herramienta eficaz, entretenida, atractiva y cultural, para explorar muchas cosas nuevas para mí.
Los primeros días anduve por los alrededores de la casa, dentro de los límites de Lauro de Freitas, que forma un municipio distinto al de Salvador, aunque estas dos localidades estén unidas en una misma zona metropolitana, exactamente como ocurre con el caso de Petare (Miranda) y Caracas (Distrito Capital), que forman una mismo urbanismo metropolitano. De inmediato uno se da cuenta del gran parecido existente entre Venezuela y Brasil, porque si las urbanizaciones de las grandes ciudades venezolanas se hayan cercanas, y hasta mezcladas en algunos casos, a los barrios, igual que ocurre en Brasil, también los condominios, residence o villas se encuentran cercanas a las favelas. Mientras en Venezuela no se respetan los cauces de ríos y quebradas, en Salvador y Lauro de Freitas sí se respetan rigurosamente, por lo que se consiguen ver muchas zonas verdes en medio del hábitat urbano.

 
 
Los primeros días anduve por los alrededores de la casa

Toda esta zona de Salvador y Lauro de Freitas es llana, con leves colinas y muchos cauces de ríos y caños, en virtud de lo cual, se pueden dar el lujo de respetar rigurosamente los cauces de agua de ríos y de lluvia. En Salvador y Lauro de Freitas, todos los ranchos tienen sus medidores de consumo eléctrico. En Venezuela ninguna casa de barrio tiene medidor de consumo eléctrico. Los olores de agua negras en medio de las humildes viviendas es igual en ambos países, aunque, hay que reconocerlo, se observa que las calles y frentes de casa en la favelas reina mayor limpieza que en nuestros barrios. En general, se observa mayor hábito de trabajo en Brasil, que en Venezuela. Como muy curioso he notado que se me hace más fácil identificar los tipos de rutas de transporte público en Brasil, que los tipos de transporte público en Venezuela, porque son más simples en Brasil. Casi todo el parque automotor operativo, tanto público como privado, se encuentra en muy buenas condiciones. Las unidades para servicio público se pintan iguales (taxis, transporte escolar, autobuses, etc.). El comercio informal de buhonería solo funciona en las favelas o en el casco central de la ciudad. En general, los peatones son amables y gentiles.
La tarde la dedicamos a las compras de los ingredientes de unos patacones, que Pino, Dany y yo, queríamos obsequiar al resto del grupo familiar. Nos dedicamos con mucho esmero a prepararlos con la ilusión de que les gustara mucho. Cuando Junior llegó de su trabajo brindamos con unas cervecitas la reunión familiar. Todavía nuestros sentimientos se mantenían como si acabáramos de llegar.  

DÍA SÁBADO 30/07/2016
Hoy Junior y Marisela tenían planeada la visita a la Basílica Santuario Senhor do Bonfim. Ya a pocas cuadras de la iglesia se nota la gran cantidad de carros aparcados, como igualmente, centenares de turistas, muchos de ellos, con características de europeos y norteamericanos, pero también, cantidad de humildes brasileños dedicados a la venta ambulante de baratijas, estampitas, cuadros, rosarios y demás objetos de piedad, mezclados con pequeñas piezas y trípticos de santería africana, típico cuadro de sincretismo religioso. La iglesia se encuentra encima de una leve colina, lo que le permite tener excelente vista panorámica del Salvador bajo. Lamenté mucho que la camarita que había traído tuviera la memoria atascada sin permitirme sacar fotos, pero Marilurdes estaba afanosamente cumpliendo su función de reportera gráfica con su celular de tecnología de punta. Al entrar me sentía confundido, por tantos visitantes, hasta que con ayuda del Junior me di cuenta que en esta Basílica se tiene un punto de cumplimiento del año jubilar de la Misericordia, atravesando la puerta seleccionada para tal fin.


 
 
 
 
Junior y Marisela tenían planeada la visita a la Basílica Santuario Senhor do Bonfim

Así pues, la pasé y empecé a recorrer la nave, hasta que vi a un curita sentado en una banca, confesando, sin penitentes en ese preciso momento, por lo que aproveché la ocasión, y me dispuse a la confesión. Al principio pensé que el padre hablaba español, por lo que intentaba atraer su atención, expresándole que hablaba español, que provenía de Venezuela, y otros aspectos adicionales que le pudieran provocar cierta curiosidad, pero cuando finalicé mi improvisada perorata, se limitó a darme la absolución en portugués. Fue entonces, cuando me percaté de que el curita no entendía ni remotamente el español, que me había absuelto de mis pecados sin haberlos confesado aún, por lo que me vi obligado a intentar a que oyera la larga lista de pecados que deseaba fueran perdonados, con el firme propósito de no volverlos a cometer, pero él me tranquilizó y manifestó que mis pecados ya habían sido borrados sin los acostumbrados consejos finales que suelen dar los confesores, indicándome una pequeña penitencia consistente en un Padre Nuestro al Senhor de Bonfim, e indicando amable y gestualmente que me retirara. Me levanté del banco agradeciéndole a Dios las grandezas del año jubilar de la Misericordia decretado por S.S. Francisco, sumamente alegre, y con renovada energía espiritual. El resto de la visita fue muy interesante.


La devoción al Señor de Bonfim se remonta desde la época colonial, cuando un capitán portugués estuvo a punto naufragar en medio de una tremenda tempestad frente a las costas del Salvador, lográndose salvar, gracias a una promesa que hizo de traer la imagen de su devoción a este lugar. En 1745 cumplió su promesa y colocó la imagen en la Igreja de La Peña, de manera provisional, hasta que en el año de 1754 se la trasladó a la Basílica ya construida. La fiesta popular se realiza el segundo domingo de enero de cada año, con ritos folklóricos alusivos al lavado de la iglesia, con marcada influencia de los bailes, tambores y cantos africanos. Otra tradicional es la colocación de las Fitinhas de Bonfim (cintas de Bonfim), como su nombre lo indica, son cinticas de nylon, aptas para convertirse en pequeñas pulseras, pero destinadas para hacer peticiones de favores a Nuestro Señor de Bonfim, y colocarlas en las barandas que rodean al templo. Estas cintas se recogen en las fiestas de enero y son ofrendadas al Señor. Al momento de nuestra visita ya no había más especio para colocar cintas.
Posteriormente nos dirigimos a un restaurant de lujo, denominado Coco Bambú. Realmente es un sitio espectacular, escogido por el Junior, a petición de María Lourdes y Mike, quienes querían obsequiar el almuerzo por la hospitalidad que le habían brindado en Brasil, pero por desconocimiento del lugar, debían apoyarse en el Junior. Me llamó mucho la atención, además del tradicional parquecito de niños, tiene otro espacio para adolescentes, totalmente equipado en función a los gustos de tales usuarios. Me contó Junior que este fue el primer restaurant que conoció en la ciudad, porque cuando inició su trabajo en Bridgestone, su jefe lo invitó a este sitio, porque es amigo del dueño, y tuvieron el privilegio de hacer un recorrido por todas sus instalaciones internas, como cocina, depósitos, cavas, etc. Para que se tenga una idea de este tipo de negocios en Brasil, este restaurant hace compras anuales para acceder a buenos precios. Por eso las cavas son del tamaño de una habitación. De manera casual la mesa que nos fue asignada tenía el Nº 100, lo que provocó que Marilurdes y yo recordáramos los gratos tiempos de la casa de la Pastora ([1])

  
 
 
Posteriormente nos dirigimos a un restaurant de lujo, denominado Coco Bambú

Ya de regreso a casa pasamos a dar una visita a otra pareja de venezolanos en Vilas de Abrante: José Manuel (Cheo) y María luisa, recién paridos hace 4 meses, de dos morochitos, varón y hembra. Conocimos a los padres de Cheo, Leonardo Moreno y Alina, quienes también vinieron de visita desde Barquisimeto.

Pasamos a dar una visita a otra pareja de venezolanos en Vilas de Abrante: José Manuel (Cheo) y María luisa

DÍA DOMINGO 31/07/2016
Hoy todos alargaron un rato más el sueño matutino sin la presión del trabajo o del colegio. Junior, Marisela y mi persona salimos a Misa en la Iglesia parroquial de San Juan Evangelista. Llegamos a buen tiempo para tomar asiento en las primeras filas. La igleja (iglesia) tiene una placa conmemorativa de su fundación con la siguiente leyenda: “Em 23/10/2004 foi criada a Parroquia de Sao Evangelista de Vilas, por sua eminencia o Cardenal D. Geraldo Majella sendo 1er. parroco o Pe Joao Abel”. Al comenzar con suma puntualidad la misa a las 7:30 a.m., la iglesia se hallaba totalmente llena de feligreses. Por primera vez yo asistía a una misa en idioma distinto. Reparten dos hojas en idioma portugués, una con los cánticos, y la otra con las oraciones y lecturas, ambas referidas a la liturgia del día. La hoja de las lecturas es muy parecida a la que conocemos en Venezuela, solo que es   un poco más grande y también es editada por la editorial San Pablo de la misma congregación paulista. Al final de la misa todos los fieles devuelven las hojas en una bandeja expuesta a la puerta de   salida. En vista de que el padre celebrante se ha hecho amigo de Junior y Marisela, nos acercamos a saludarle y presentarme. Habla bien el español porque ejerció su ministerio pastoral en Chile durante dos años. Me autografió la hojita para llevármela de recuerdo. De regreso a casa desayunamos, y nos preparamos para salir a la casa de los mejores amigos brasileños de Junior y Marisela.
Para homenajearnos, muy gentilmente, José Luis Aparecido, María Barros y Sara Barros Aparecido, antes de que llegáramos de Venezuela, habían planificado una invitación especial a un almuerzo familiar basado en un plato típico del Brasil, y más genuinamente de Minas Gerais, llamado “feijoada”. Acordaron seleccionar este día para aprovechar la estadía de Mike y Marilurdes, quienes, regresarían el siguiente día a su casa en Denver Co, USA.

José Luis Aparecido, María Barros y Sara Barros Aparecido nos invitaron a un almuerzo familiar

En este punto se hace preciso aclarar dos cosas. En primer lugar, el procedimiento de identificación en Portugal y Brasil basado en identificar a las personas con el primer apellido de la madre, y en segundo lugar, con el apellido del padre. Por eso la hija de esta entrañable familia lleva su identificación como quedó indicado, Barros Aparecido. La segunda cosa a aclarar se refiere al plato típico brasileño. Feijoada es un guiso de caraotas negras con carne de cerdo en trocitos, más otros ingredientes opcionales, procedente originalmente de Portugal y trasladado a las antiguas colonias portuguesas como Brasil, Macao, Angola, Cabo Verde, Mozambique y Goa (India). Me comentaba el ingeniero Johan, a quien le ha tocado viajar mucho por extensas zonas brasileñas, que este plato tradicionalmente ha calado más en Minas Gerais que en otras regiones del territorio brasileño. Para ampliar su interesante información al respecto, me comentó que ha oído de muchas personas conocedoras del tema, la comparación del plato de la hallaca venezolana con este de la feijoada, porque tanto los esclavos venezolanos como los esclavos brasileños, en su época, llegaron a añadir sobras suculentas de sus amos a los respectivos platos, tanto en el venezolano (la hallaca navideña), como en el plato típico brasileño (feijoada).

Feijoada es un guiso de caraotas negras con carne de cerdo en trocitos. La farofa es harina de mandioca

La atención de la familia anfitriona no pudo ser mejor. A Mike y Marilurdes le manifestaron especial aprecio. María llegó a comentarnos que en Brasil suelen llamar “gringo o gringa” a toda persona que no hable portugués, sin sentido despectivo, al contrario, como una expresión de respeto, de buena acogida, y en la práctica, pude corroborar esta información en todas mis correrías por las calles, porque cuando los “baianos” descubren que uno no habla portugués, entonces le brindan mayor atención y mejores expresiones de respeto y amistad. La tarde se hizo corta entre anécdotas y ocurrentes salidas de Marilurdes.
Como sobremesa inauguramos la libreta de dominó familiar, sede, Laura de Freitas, controlada por la familia Sarratud Aguiar (ver detalles en la libreta). Ya al anochecer, tras la quinta o sexta despedida, nos retiramos a la casa en Villa Verde, porque Junior tendría que cumplir sus compromisos habituales de trabajo al siguiente día de trabajo, los niños “a la escuela sin cazuela” y Mike y Marilurdes tendrían que madrugar en el aeropuerto Magalhaes del Salvador.

 
Como sobremesa inauguramos la libreta de dominó familiar

DIA LUNES 01/08/2016:
Hoy fue el último día de estadía de Mike y Marilurdes en Brasil. La mañana la dedicaron a preparar maleta y bolsos de mano. El rostro de Mike reflejaba abiertamente el nerviosismo reinante internamente o el rechazo a la idea de abandonar un ambiente sumamente agradable. Por su parte, Marilurdes afanada a que no se le olvidara algo de lo que iba a meter en sus equipajes, pero que no se acodaba ni remotamente dónde lo había puesto. Mike la ayudaba, no a empacar, sino a recordarle dónde hallar.
Yo, por mi parte, procedí a mis acostumbradas caminatas, esté donde esté, sea en Ciudad Alianza, Valencia, Coro o Barinas, y ahora en Lauro de Freitas. La ruta que tomé este día fue hacia la rua Itapuã, donde se encuentra el vistoso arco de entrada a Vilas do Atlántico.
En la tarde Daniel y yo acompañamos a Marisela para llevar a Mike y a Marilurdes al aeropuerto porque les tocaba regresarse a Denver. Junior salió desde su lugar de trabajo al aeropuerto para despedirlos personalmente. Se chequearon rápidamente, sin ningún tipo de inconveniente, y casi enseguida, nos despedimos para que aguardaran al llamado de abordar la nave en la zona de espera internacional. Junior, de inmediato, almorzó con una hamburguesa. Pude apreciar que su trabajo le estaba exigiendo mucho, al constatar que eran las 3 de la tarde y no había podido almorzar hasta esa hora, por atender asuntos de trabajo. Pero también me di cuenta que controla la situación y que le va bien, por lo que más bien, quedé tranquilo. Daniel compró en uno de los stands ubicados en el medio de los pasillos unas pequeñas prendas de fantasía para su “madrina” Mary.

 
 
Daniel y yo acompañamos a Marisela para llevar a Mike y a Marilurdes al aeropuerto

DIA MARTES 02/08/2016:
La actividad para hoy se basó en pasar el día en el Shopping Salvador Norte. Una vez que Junior se fue a su trabajo y los niños a su colegio, Marisela nos llevó al centro comercial con el convenio de irnos a recoger cuando el Junior regresa de su trabajo, poniéndonos de acuerdo en reunirnos en la feria de comidas, cercanos al puesto de Mc Donald. Este centro comercial queda en la jurisdicción de Salvador, en el límite con Lauro de Freitas, donde viven Junior, Marisela y los niños, así como también, la mayoría del círculo de parejas venezolanas con quienes mantienen estrechas relaciones. Salvador y Lauro de Freitas son dos entidades políticas autónomas, llamadas prefecturas, equivalentes a los municipios nuestros en Venezuela. Salvador es la capital del estado Bahía y se encuentra enclavada a la entrada norte del mayor golfo del mismo estado, conocido como “golfo de todos los santos”, porque fue descubierto por Américo Vespucio el 1° de noviembre de 1501, día de todos los santos. Si lo hubiera descubierto al siguiente día se llamaría “golfo de los muertos”.

 
 
  
     
La actividad para hoy se basó en pasar el día en el Shopping Salvador Norte

Prácticamente es una península porque Salvador está rodeada por todas partes con aguas marinas, menos por una parte (ver mapa), donde se le puede apreciar como un triángulo isósceles invertido, con la punta hacia abajo, de unos 706,8 km² (la ciudad en sí, sin tomar en cuenta sus alrededores metropolitanos). Las aguas que rodean al oeste de la ciudad están conformada por la mencionada bahía, al tanto, que las aguas que la rodean por el sur y por este son del océano Atlántico. A todo el frente sur, la isla de Itapaparica completa con la ciudad del Salvador la entrada a la gran bahía. Saliendo por el norte, por el lado este, de la ciudad del Salvador, se llega a otros municipios satélites, como Lauro de Freitas, donde viven Junior, Marisela y los niños. Desde el punto de vista urbanístico, Salvador y Lauro de Freitas conforman un mismo núcleo urbano, unidos por numerosas autopistas y calles. Salir de la casa del Junior a la zona más distante de Salvador, constituye todo un viaje en carro que dura casi la hora, transitando por autopista, cruzando muchos distribuidores y algunos trechos con semáforos, sin tráfico. Con tráfico la situación es totalmente distinta y penosa. La ventaja está en que Lauro de Freitas tiene un desarrollo muy avanzado, con todos los servicios disponibles, en virtud de lo cual, los residentes de Lauro de Freitas hacen su vida propia con entera autonomía sin tener que salir a la capital. Es más, varias urbanizaciones (condominios, villas o residence, como son conocidas en Bahía) se han diseñado con todos los servicios incluidos dentro de las mismas, incluyendo bancos, centros comerciales y demás establecimientos requeridos para la óptima calidad de vida de sus habitantes. 
La bahía de Todos los Santos (en portugués Bahía de Todos os Santos) es la mayor de las entradas marítimas costeras del estado de Bahía en Brasil. La bahía rodea parte de la ciudad de Salvador. La otra parte está circundada por el mismo océano. Posee una extensión total de 1.233 km², con una profundidad media de 9,8 metros, llegando a un máximo de 42 metros. La isla de Itaparica (en portugués, Ilha de Itaparica) se halla localizada en el borde sur de la bahía de Todos los Santos, a unos 10 km de la ciudad de Salvador. Es conocida por acoger la competición de tenis Sul América Open (Abierto de Sudamérica). En la isla, hay dos ciudades: Itaparica y Vera Cruz. En la lengua tupí, Itaparica significa «cerca de la piedra». A Itaparica se puede llegar en aproximadamente una hora en ferry desde Salvador. Es la antigua sede del torneo de tenis, conocido como ATP de Itaparica.
Itaparica cuenta con 40 km de playas aptas para los turistas y una exuberante vegetación tropical. Cuenta con más de 36 km de largo, 146 km² de superficie, y está habitada por cincuenta y cinco mil personas, distribuidos en treinta y cinco lugares, organizados en dos municipios. El Pe (Pbro.) Antonio Alves me informó que toda esta zona está en proceso de convertirse en diócesis sufragánea de la Arquidiócesis de Salvador, la cual, conserva el título de “sede primada”, por haber sido la primera sede episcopal del Brasil.

  Mapa Salvador   Itaparica
                                                                                                                             Itaparica                                                        

DIA MIÉRCOLES 03/08/2016:
Prosiguiendo con mi plan inicial de reconocimiento de los alrededores de la casa de Junior, tomé la vía más larga para ir a la playa cercana. Todo el sector donde se halla ubicado el condominio Vila Verde se conoce como Vilas do Atlantico, uno de los sectores más preponderantes de Lauro de Freitas, municipio autónomo desde el 31/07/1962, cuando fue desmembrado del Salvador. Por cierto, durante nuestra estadía se celebraron los 54 años del municipio, por lo que fue frecuente escuchar en las mañanas y en las noches celebraciones auspiciadas por la prefectura con fuegos artificiales. El municipio tiene la particularidad de ser uno de los más pujantes en desarrollo económico en el Brasil. Para 2009 ocupó el segundo lugar con mayor crecimiento del PIB, pero no ha logrado mantener tal posición de manera continuada.

 
Reconocimiento de los alrededores de la casa de Junior

Las calles por donde caminé tienen la característica de ser curvas y rectas, sin permitir formar manzanas cuadriláteras, como en los cascos centrales de las mayorías de ciudades, aparte, de que algunas calles son más largas que otras, y por si fuera poco, se encuentran frecuentemente calles con casetas o garitas de vigilancia impidiendo la entrada de peatones, al menos que sean autorizados por algún residente. En esto tiene gran parecido a las urbanizaciones venezolanas. La mayoría de las calles por donde andaba en este día están dotadas de árboles frondosos y playeros en las amplias aceras, permitiendo un tránsito agradable al caminar por ellas bajo agradable sombra. Muchas casas-quintas se hayan convertidas en pequeños comercios u oficinas de ejercicio profesional independiente, predominando las pizzerías, clínicas veterinarias y salas de estética. Con todo, y el predominio de dichas casas veterinarias, no se consiguen perros sueltos o callejeros, por lo que se puede deducir que dentro de las casas debe existir una población numerosa de perros (cão) en calidad de mascotas o guardianes, y frecuentemente, letreros que dicen: “aviso: cão bravo” (advertencia: pero bravo). Mientras más se acerca uno a la playa, disminuyen más tanto las casas convertidas en comercio, como los transeúntes diciendo “bom dia” (buen o buenos días). Al final, para llegar caminando por esta vía a la praia Buraquinho, se tarda dos veces más que llegar a la praia Gavea, y ambas playas tienen una caminería muy bien diseñada, con alumbrado público, avisos de cuidado y mantenimiento, piso de pequeñas terracotas blancas y negras que hacen figuras atractivas. Esta playa tiene muchas “barracas” (kioscos de venta), una plaza central con caney y pequeño parque infantil, además, le llegan unidades de transporte público, colaborando a que sean muy concurridas, más que nada, turistas locales de pocos recursos. Hay varias pescaderías donde pude constatar algunas de las especies marinas que expiden:         
Pescada amarela c/cabeϛa 26 R$; cavala 18 R$; vermelho 24 R$; barracuda 18 R$; bicuda 12 R$; arraia 13 R$; garoupa 25 R$; aracanguira 22 R$; filet de camarao (camarón) 30 R$.

 
 
La playa de Buraquinho tiene muchas “barracas”, una plaza central con caney y pequeño parque infantil

DIA JUEVES 04/08/2016:
La ruta de este día para caminar en los contornos del condominio Vila Verde fue en la rua Luiz Tarquinhio, en dirección hacia el norte, como si me dirigiera a Salvador. Al llegar de regreso me bañé 10 minutos en la piscina del conjunto residencial, pero no me provocó más, porque estaba completamente solo sin disfrutar compañía alguna. Daniel me dijo que el agua de esa piscina contenía mucho cloro y eso daba cáncer. En realidad, la piscina tiene muy poco uso por parte de los residentes del condominio, y no me explico el porqué, en vista de que se ve muy limpia, bien cuidada. Cuando me bañé posteriormente traté de durar más tiempo, pero por aburrimiento y no tener con quién compartir, no me llamaba la atención el baño y me salía. He hallado dos cosas en las que se han hecho costosas inversiones para no usarlas. Una de ellas es el caso de la piscina. El otro caso se refiere a los teléfonos públicos, muy numerosos en todas las calles y centros comerciales, pero se deben usar con la modalidad de tarjetas telefónicas (aquí en Brasil, cartão telefônico), pero en ninguna parte las venden, y quienes podrían venderlas, contestan que todos los usuarios solamente usan celulares, pero nunca usan un teléfono público.

 

 
Al llegar de regreso me bañé 10 minutos en la piscina del conjunto residencial
  
 
Los teléfonos públicos son inversiones realizadas con gran esfuerzo para no utilizarlos

Sencillamente, tanto la piscina (inversión privada) como los teléfonos públicos son inversiones realizadas con gran esfuerzo para no utilizarlos ¡no tiene sentido! De las tantas veces que anduve caminando por Lauro de Freitas intenté comprar tarjeta telefónica solamente para satisfacer la curiosidad de usar el servicio público de telefonía, pero nunca lo logré. La única llamada en teléfono público que logré realizar exitosamente fue en el aeropuerto Guarolhos de Sao Paulo, y esta, me costó muchísimo porque fue casi a media noche cuando (casi todos los locales comerciales habían cerrado) logré encontrar uno muy escondido para un turista desorientado, y para colmo, por falta de práctica, no pude descifrar las instrucciones, hasta que la mesonera que nos estaba atendiendo me hizo amablemente la segunda a fin de realizar la llamada al Junior e informarle que estábamos bien en espera para continuar el viaje a Bogotá. Comentando con Junior en cierta ocasión el poco uso de la piscina me hizo el comentario que en diciembre es cuando se usa masivamente  la piscina debido al intenso calor veraniego.
El resto del tiempo lo dediqué a poner en orden las notas tomadas, consultar por internet los datos históricos y geográficos de la zona y registrarlos en mis anotaciones guardadas en hojas sueltas y en la pequeña libreta de Isa, para posteriormente redactar y pulir la crónica del viaje.

DIA VIERNES 05/08/2016:
Durante la caminata de este día lo resaltante de la misma fue la visita a una livraria (librería) evangélica, donde dediqué mucho tiempo para observar libros y pequeños objetos curiosos. El resto del día lo dediqué a mi trabajo habitual de resumir y hacer croquis de nuestra estadía en Brasil. Es de destacar, que nunca me aburrí, al contrario, siempre me faltó tiempo para organizarme, y nunca estuve al día, por lo que muchos detalles se me pasaron y se perdieron en el olvido.

DIA SÁBADO 06/08/2016:
Fue el primer día que amanecimos un fin de semana sin programación de salida de esparcimiento tempranera, por lo que, todos se quedaron durmiendo un rato más que los días laborales. Yo, por mi parte, igual que todos los días, me desperté a las 5:00 a.m. y me dediqué a preparar el cafecito mañanero. Se acostumbra en casa de Junior y Marisela preparar el café en un colador de tela, igual al tradicional café criollo llanero, ya sea andino, coriano u oriental. Cuando el agua empezaba hervir noté que las burbujas que subían se detuvieron. Se había acabado el gas, pero el agua estaba lista para colar el café. Cuando bajó Junior le informé que le tenía 2 noticias, una mala y la otra buena. Le dije en primer lugar la mala noticia de que el gas se había acabado, y él en vez de recibir la noticia de mala cara, se sonrió como para expresar que no le importaba. La buena noticia de que el café se había podido colar a punto, en la raya, lo que produjo en él, fue tomar el celular y llamar a la compañía distribuidora de gas. Se estaba guardando su teléfono, cuando sonó el intercomunicador desde la caseta de vigilancia, anunciando que la unidad móvil de la compañía de gas traía la bombona de gas. Le seguí la pista detalladamente al operativo de la instalación. Se trata de bombonas pequeñas, más anchas que las que tenemos en Venezuela, vienen transportadas en motocicleta con remolque apto para una 6 a 8 cilindros, más 1 o 2 botellones de agua potable. Cada bombona tiene un precinto de seguridad que el operario corta al momento de instalarla.
  

La unidad móvil de la compañía privada de gas traía la bombona de gas

Primero desenchufa la bombona usada, luego le quita el protector de plástico que la protege totalmente. Posteriormente la extrae de su base y coloca la nueva bombona. Le coloca el protector, la conecta a la tubería con las herramientas que trae en el cinturón, y finalmente, abre la válvula de paso hacia la tubería alimentadora. Mientras tanto Junior ha buscado su tarjeta de débito, y ahora, le cancela el nuevo cilindro de gas, usando el punto de venta inalámbrico que también lleva consigo el operador en su cinturón del uniforme con el que trabaja. Me he detenido explicando este pequeño, rutinario y normal operativo de reposición de cilindros de gas doméstico, para resaltar su contraste en algo con el que se está utilizando actualmente en la Venezuela petrolera, potencia petrolera a nivel mundial.
A media mañana salimos Junior, Dany y mi persona a un vivero en la estrada (carretera, vía) Antonio Carlos Magalhaes, paralela a la estrada do Coco, quedando separadas ambas por edificaciones de oficinas gubernamentales estrechas de largo, dando la impresión de conformar una isla entre ambas estradas. Junior está enfiebrado por los pequeños cultivos domésticos de aliños caseros, como perejil, cilantro, etc., y como los que ha venido sembrando van muy bien, estaba buscando más variedades. De ahí seguimos por la Estrada de Coco hasta llegar al gran centro comercial Outlet Premium, concepto novedoso de comercialización, donde destacadas franquicias venden mercancía pasada de moda o con pequeños defectos de fábrica a precios castigados sin detrimento de la calidad de los mismos. Recorrimos todo el centro comercial dividido por manzanas o parcelas separadas por calles. Impresionante la majestuosidad de la feria de comida. Nos llevó el resto de la mañana este recorrido. Llegamos a la casa en Villa Verde a tomar un ligero descanso.

  
Seguimos por la Estrada de Coco hasta llegar al gran centro comercial Outlet Premium

Ya en la tardecita salimos todos a una parrillada en la casa de Igor y Nilda. Me sorprendió durante el trayecto de llegar a la casa de ellos, que el sector ya lo conocía en una de mis caminatas diarias, llegando a la firme conclusión de que estaba conociendo muy bien el lugar. Esa tarde estaban presentes todas las parejas y familia que forman el clan de venezolanos en Bahía. Suelen reunirse los fines de semana, de manera alternada, en cada casa de uno de ellos, colaborando todos con el consumo de comidas, frescos y bebidas alcohólicas.

 
 
  
 
Ya en la tardecita salimos todos a una parrillada en la casa de Igor y Nilda

Son muy unidos, constantemente se están comunicando por washap, en casos de necesidad se auxilian mutuamente, como por ejemplo, cuando nacieron los morochos de los güaros, todos los apoyaron tanto económicamente, como en compañía, y en cada reunión, ayudan entre todos a cargarlos o entretenerlos. Marlon y Carolina de Cabimas son los pioneros del grupo. Luego se unieron Igor y Nilda, para irse sumando, sucesivamente, Johan y Victoria, José Manuel (Cheo) y María Luisa, y de último, Junior y Marisela, hasta que, durante nuestra permanencia, se unieron Irán e Isis, Oswaldo y María Lourdes y su hermano César. Por cierto, el padre ya difunto de María Lourdes y César fue profesor en la UC, donde Junior y Marisela fueron sus alumnos. En esta reunión estaban presentes los padres de José Manuel (Leonardo y Alina), quienes estaban de visita y se regresaban el próximo domingo a Barquisimeto. Pino tocó y cantó con el cuatro que el hermano de Igor había traído, convirtiéndose en la novedad y atracción de la velada.     

DÍA DOMINGO 07/08/2016:
Amanecimos algo trasnochados por la rumba sabatina en la casa de Igor y Nilda, por lo que todos, menos yo, salieron somnolientos más tardecito que lo acostumbrado en días de faena. Aproveché las primeras horas de la mañana, tranquilas, silenciosas, para mi habitual trabajo en la computadora, tratándome de recordar eventos y pequeñas cosas que no habían sido registradas en la libretica de Isa. Pasamos la mañana en casa, descansando, los niños haciendo tareas, Marisela y Pino lavando ropa usada durante la semana, Junior se dedicó a ver películas y mi persona aprovechó a continuar su trabajo, siempre atrasado con respecto a los acontecimientos diarios.
Después de almorzar en casa, por primera vez en un día domingo desde que habíamos llegado desde Valencia, y de tomar una ligera siestita, nos dispusimos todos, en los dos carros, a ir al cine en el Shopping Salvador Norte, donde se seleccionó la película de reciente estreno, titulada en español “Mi amigo el gigante”, dirigida por Steven Spielberg, basada en la novela "El gran gigante bonachón" (The BFG) de Roald Dahl con Mark Rylance y Ruby Barnhill como protagonistas. Junior aprovechó la ocasión y nos cambió algunos pocos de los dólares que traíamos para el viaje.

Después de almorzar en casa nos dirigimos todos al cine

DIA LUNES 08/08/2016:
Aproximadamente salí de Villas Verde (Rua Priscila Dutra) a las 9:30 a.m. bajo un sol suave y sintiendo la brisa fresca con la intención de llegar a la av. Estrada do Coco, pasando previamente por la av. Luis Tarquinio, que se convierte en la estrada Magalhaes, hasta el punto donde ambas se tocan paralelamente, separadas por una isla, siguiendo entonces, por la Estrada do Coco en dirección al norte. En este lado de la avenida se encuentran sucesivamente, en la misma dirección llevada por mí, oficinas públicas de la Prefectura de Lauro de Freitas: el SAMU (Servicio de Atendimento Movel de Urgencia), el Corpo de Bomberos, Tránsito Base Operacional, y finalmente, el SAT (Servicio de Atendimento ao Turista). Esta última oficina no esperaba encontrarla porque cuando fuimos al aeropuerto Magalhaos del Salvador, Bahía, para despedir a Marilurdes y Mike en su regreso a Denver, la estuve buscando infructuosamente, sin nunca encontrarla, además que los operarios informaron que no la había, por lo que llegué a pensar que no existía en Salvador. Al acercarme a la puerta de vidrio del SAT noté que estaba cerrada y sin personal a la vista, por lo que, lamentándolo mucho, me disponía a proseguir caminando, cuando el operario de guardia salió de la nada, sonriente, e invitándome a entrar. Una dama que me pareció ser jefe de la oficina también se me acercó y me brindaron excelente atención. Luego de conocer mi procedencia venezolana y el motivo de la visita, gentilmente me obsequiaron varios catálogos y trípticos, que es lo que yo estaba buscando, aparte, de que cada uno se tomó fotos conmigo frente a un cuadro de praia brasileña. Muy contento, porque ya había salvado la mañana, sumamente agradecido, me despedí de ellos en portugués: “muito obrigado”. Al llegar a la siguiente esquina, desde la estación de servicio “Menor Preço”, pasé a la isla de la autopista con mucho cuidado porque no tiene pasarela ni semáforo peatonal, y desde la isla, a la acera del frente. Creo que me tardé unos diez minutos, en espera de que no estuvieran pasando vehículos. De lado de la Estrada do Coco a donde había acabado de aterrizar se encuentra el Frigorífico do Mané, donde pude ver la diversidad de carnes y productos para parrilladas, con precios más altos que en otros sitios, pero con ambiente distinguido.
No pude controlar la necesidad de satisfacer la curiosidad de conocer en vivo una “favela” tipo del Brasil, por lo que me caminé por la misma calle Santo Antonio del frigorífico, algunas pocas cuadras, hasta llegar a una pequeña plaza en forma triangular, de donde me regresé por otra calle paralela en sentido hacia la Estrada de Coco, pero, ante el laberinto de calles sin orden, me vi obligado a preguntar a un viejito cómo llegar a dicha avenida, indicándome veredas estrechas entre casas que me causaron cierto temor, pero rápidamente llegué a la avenida que buscaba con ansiedad.

   
 
No pude controlar la necesidad de satisfacer la curiosidad de conocer en vivo una “favela”

Es preciso aclarar que en ningún momento pasé por situación de peligro como en Venezuela. Al contrario, la gente que vi durante el trayecto, es amigable y tratable. En la favela casi todas las casas tienen negocio pequeño, informal, donde abundan prendas de vestir, comida liviana, verduras, fiambres y artículos de ferretería. Muchos locales evangélicos, entre las cuales, se destacó un local de donde se oía a gran distancia las arengas, a través de megáfono, de una señora que oraba y daba testimonios. Solo divisé una capilla católica de la advocación de Nuestra Señora del Parto, cerrada y solitaria. Entonces pensé que si su S.S. Francisco pasara por esa calle la gente y los periodistas no permitirían mi paseo por esta favela sin nombre. Para dejar algo a esta gente pobre y humilde que trabaja honestamente, dejé algunas monedas al comprar dos marcadores punta fina, un corrector líquido, un mini atornillador y 6 caramelitos, en distintos puntos de casas con comercio familiar.
Ya casi al mediodía, emprendí el regreso a casa. Al llegar a la Rua Priscila Dutra hice una compra que había programado desde Venezuela: seis franelas blancas tipo “ovejita” que las había avizorado en las tiendas y centros comerciales de Lauro de Freitas y Salvador, incluyendo el Outlet Premium que habíamos visitado el sábado anterior, pero en ninguna parte, había encontrado la óptima calidad y el menor precio que buscaba, hasta descubrir este pequeño establecimiento de fabricación, estampado y bordado de franelas, en la misma calle del condominio de la casa de Junior y Marisela.
Me atendió un joven negro, y cuando fue al depósito para buscar la mercancía requerida, salió el dueño saludándome y diciendo “bem vindo”, a los que le respondí, “obrigado” (gracias), y agregando de inmediato, “eu não falo portugués” (yo no hablo portugués). Entonces el señor me preguntó: “que idioma você fala?” (¿qué idioma habla usted?), a lo que le respondí: “eu falo espanhol” (yo hablo el español). Prosiguió el dueño la conversación con otra pregunta: “você está galego? (usted es gallego?), de inmediato, le respondí en español, de cualquier parte menos de Galicia, porque soy inteligente. Como me dí cuenta que no me entendía, agregué simplemente: “não”. El dueño insistía en conocer más de mi existencia, e hizo otra pregunta más: “De onde você é?” (de dónde es usted?). “Eu seu da Venezuela” (yo soy de Venezuela), respondí. El tipo me empezó a caer fastidioso por tantas preguntas, en tan poco tiempo de cocernos, pero rebuscó una nueva pregunta: “você é chavista?”? (usted es chavista?). Con manifiestos gestos de rechazo, le respondí: “não”, y agregué en español, muy seguro de que no me entendería, pero convencido de que se lo tenía que decir, agregué: “lo menos a que yo podría caer en lo que me queda de vida es ser chavista, y espero que usted rechace el sistema chavista”. Me dijo en portugués (pero yo le entendí) que él había estampado franelas rojas con la figura del che Guevara para venderlas al gobierno de Chávez. Me quedé en silencio, y aprovechando que el negrito apareció en ese momento con mi mercancía envuelta, le tendí la mano y me despedí, lamentando que la conversación no hubiera sido con su amable empleado quien sí me cayó simpático.

  
 

Descubrí este pequeño establecimiento de fabricación, estampado y bordado de franelas en la misma Rua Priscila Dutra























[1] Natividad a San Fernando Nº 100.

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