(Gallito de las rocas en los cerros)
En
el día que se cumplían 45 años ( 12/06/1962 -
12/062007) de la creación del Parque Nacional de
Canaima, salíamos desde Ciudad Alianza con la intención de llegar a la Gran
Sabana, Bosco, Magdyell, Luis y mi perosona en el automóvil de Bosco marca
chevrolet, modelo Gran Vitara, placa AGE 46E, de color azul marino, 5 puestos,
aire acondicionado, ambiente musical y tracción en las 4 ruedas. El estrecho
maletero del carro iba repleto porque, además de nuestros equipajes, Bosco
suele ir cargado de múltiples provisiones para las misiones religiosas.
Y en el día que se cumplían 64 años (
24/06/1943 - 24/062007) de haberse declarado la
instalación del Centro Misional de Kavanayén, Bosco, Magdyell, Luis y mi
perosona estábamos finalizando este memorable recorrido por la Gran Sabana,
gracias a la gentil y apreciada invitación de Bosco, al arribar a mi residencia
en Ciudad Alianza, aproximadamente a las 8:58 p.m. con un cálido recibimiento
de parte Pino, Mary, Gracy, Dany y Gaby.
A
principios del mes de Junio del 2007 Bosco Colina conrversaba por teléfono con
Pino y le informaba que estaba preparando una corta gira por la Gran Sabana con
la intención de que le acompañaran Tio Samuel y Juan Pablo. Lamentablemente Tio
Samuel sufría para esos momentos de fuertes dolores en una pierna causados por
desgaste óseo en la cabeza del fémur, por lo que estuvo recluido unos dos o
tres días en la enfermería del Colegio San Ignacio de Loyola en Caracas.
Moviendo sus piezas de ajedrez via telefónica desde Mérida, Bosco terminó por
formar su equipo de acompañantes con Luis Eizaga, Magdyell, quien por cierto,
acababa de defender exictosamente su tesis de grado para optar al título de
Ingeniero Civil en la Universidad Experimental Francisco de Miranda en Coro, y
mi persona.
Este
es el corto relato de tan agradable gira que tiene su título en lenguaje pemón
como un testimonio de respeto y admiración por una etnia de la rama de los
caribes asentada desde tiempos remotos en las grandes sabanas del maciso
guayanés. Esta etnia pemona no se la puede catalogar estrictamente como
venezolana, porque abarca pobladores asentados en Venezuela, Brasil y Guyana, y
entre ellos no existen barreras de nacionalidades, sino por el contrario, se consideran
un solo pueblo con una misma sangre, sentir, hábitos, tradiciones, mitos y
lenguaje [1]. Gran
parte de la información recopilada en esta crónica fue producto de
conversaciones con miembros de la cominidad de Kavanayen y breves consultas sin
orden en la biblioteca del postulantado, sin pretender una investigación
rigurosamente científica, sino simplemente satisfacer una curiosidad personal
en torno a los misioneros, su obra y el establecimiento de la Misión de
Kavanayen, todo lo cual lo pude realizar gracias a la autorización del P. Fray
Jesús García O.F.M., maestro de postulantes y al oportuno y valioso apoyo de
varios postulantes. [2] En la
Misión de Kavanayen opera el postulantado de la Orden Franciscana Menor
presente en la Provincia de Venezuela.
La
descripción del viaje está acompañada por muchas imágenes que se van indicando
en el mismo texto con su respectivo título referido a una ciudad o lugar
geográfico, que a su vez, puede contener varias fotos enumeradas. Las fotos no
se editan en el texto, sino en un documento distinto pero anexo a la presente
crónica del viaje.
El
recuento se irá dividiendo en jornadas diarias, conforme al desarrollo
cronológico del turf que se inició en Ciudad Alianza el día martes 12 de junio
de 2007 a las 6:38 a.m. y finalizó el día domingo 24 de junio de 2007 a las
8:58 también en Ciudad Alianza, fechas estas, muy estrechamente relacionadas
con la cronología descrita y que dan origen a extrañas coincidencias de la
vida.
PRIMERA JORNADA
De
Ciudad Alianza a Ciudad Bolñívar, martes 12/06/2007
Este
día Bosco provenía de San Felipe, y en los días inmediatamente anteriores, de
Mérida, y Barquisimeto. Magdyell, por su parte, había partido desde Coro para
llegar en la víspera de la partida a Ciudad Alianza, y había amanecido
trasnochada “y trasquilada” porque en la noche de su llegada se había ido al
casino Majestic de Valencia con sus primas Mary, Gracy y Mary Francys.
Salimos
a las 6:38 a.m., y una vez pasado el primer peaje de Güacara, Bosco tomó un
rosario colgado sobre el soporte del retrovisor y anunció que empezaríamos el
viaje con el rezo del rosario. Yo me sorprendí, y por lo que conozco a Bosco,
pensé que era en broma, pero en breves segundos me dí cuenta que la cosa era en
serio, cuando demostraba conocer en orden y correctamente los misterios
doloros. Aún así, quise demostrarlo, y al finalizar el primer misterio, le
sugerí al grupo una breve interrupción, porque a Luis se le había olvidado el
“Ave María” y solo decía: “um, uuuu, mmmmmm..........amén” y había que recordársela
para que rezaran bien. Todos nos reimos, pero a partir de ese momento, con
mucho recogimiento y respeto, elevamos nuestras súplicas a Dios, a Marucha, Tio
Moto, a mi papá y a mamá para que hiciéramos buen viaje, todo lo cual, se
cumplio fiel y cabalmente hasta el regreso de cada uno a su casa.
Bosco
nos sugirió que constituyéramos un pequeño fondo común, para que cubriéramos
los gastos del viaje, tales como gasolina, comidas, etc., y agilizar y
compartir de esta manera, los pagos que se fueran presentando en el trayecto.
Se formó una caja chica de Bs. 400.000,oo, y por decisión de los tres, Bosco,
Magdyell y Luis, me desiganron la administración del mismo y la función de
enfermero de Luis [3],
además de “cronista y fotógrafo” del viaje por decisión voluntaria y personal.
Rápidamente, a las 7:38 a.m. estrené la caja chica con un pago de Bs. 3.000,oo
por concepto de gasolina en la estación de servicios de Las Morochas, en la
Encrucijada de la autopista regional del centro, via esta que continuamos hasta
el distribuidor Los Totumos que constituye la salida hacia Los Valles del Tuy,
a las 8:55 a.m. En tan solo 5 minutos de recorrido pasábamos frente al nuevo
terminal de color “rojo rojito” de pasasajeros del Instituto Autónomo de
Ferrocarriles de Venezuela (IAFE) en las afueras de Charallave. Desde la
autopista se le ve impresionante por sus dimensiones y movimiento de pasajeros
que se dirigen a la ciudad de
Caracas
en un tramo de 41 Km de longitud. A los 4 minutos siguientes entrábamos a la
pujante
población más importante de los Valles del Tuy: Charallave.
Terminal
de pasajeros del IAFE ++En las afueras de Charallave ++ Vistas
parciales del Parque Nacional de Guatopo
Bosco
buscaba sin mucha dificultad la dirección de la extensión de la Universidad
Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (UNEXPO), a donde debía entregar
unas placas de reconocimiento en un acto académico que se celebraba en dicha
casa de estudios, por encargo de la prof. Sonia Pérez, quien es directora
nacional de la Oficina Central de Cultura y Extensión de la Universidad
Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre.
Una
vez en el estacionamiento de la UNEXPO, Bosco se bajó y llevó la caja con las
placas. Yo aproveché el momento y me bajé para estirarme un poco y me confundí
en los pasillos con profesores y estudiantes que se dirigían al recinto del
acto. Me di cuenta por lo que se comentaba en ese momento que reinaba mucho
nerviosismo porque “no habían llegado las placas que traía una comisión de
profesores y técnicos que se trasladaban desde Barquisimeto a La Gran Sabana”.
Llegó rápidamente Bosco gritanto “que una vez entregadas las placas, ahora sí
empezaba nuestro viaje”, y nos montamos en el carro para continuar de inmediato
el largo viaje que nos esperaba, saliendo via Santa Teresa.
No
habíamos salido de Charallave, cuando pasamos frente a un Mc. Donald y Luis le
pidió el favor a Bosco que se detuviera a fin de comprar hielo para conservar
su insulina. Bosco no le hizo caso hasta pasar por una licorería, donde se
compró con fondos de la caja chica hielo, cafés, frescos y algunas chucherías
para el viaje.
Eran
las 9:57 a.m. cuando pasamos por Calibio, Cartanal, El Tejo y Santa Teresa del
Tuy que está a 18 minutos de Charallave. No entramos a la población para evadir
el tráfico del centro y nos incorporamos de inmediato a la vía que conduce al
Parque Nacional de Güatopo, decretado el 28 de marzo de 1958, con una extensión
de 122.464 ha. y ubicado en la región montañosa de la Serranía del Interior,
entre Santa Teresa del Tuy (estado Miranda) y Altagracia de Orituco (estado
Guárico), considerado el centro suplidor de agua potable para la Gran Caracas.
La vista de toda esta región es maravillosa, con su selva tropical, con
abundante humedad, árboles gigantescos, helechos inmensos y frondosos al borde
de la carretera que siempre bordea el rio Tuy y sus afluentes. Lamentablemente
la vía esta seriamente dañada y conté aproximadamente 4 peajes de miembros de
la comunidad en extrema situación de penuria recolectando algo a expensas de
los transeuntes para su subsistencia. Llegamos al empalme de la autopista
Petare-Oriente, a la altura de aragüita, donde termina dicha autopista y
comienza la carretera a oriente. Pasamos de largo, sin entrar, a Caucagua, la
población emblemática de nuestra familia Sarratud. Pasamos por San Rafael a las
11:19 a.m., por Pacheco a las 11:29 a.m., por el puente sobre el rio Tuy a las
11:38 a.m., por el caño Méndez a las 11:43 a.m., y finalmente en esta etapa, a
El Güapo a las 11:52 a.m., donde hicimos parada para consumir una cachapas,
ración de cochino fito, queso de mano, y Magdyell y yo una cervecita bien fria.
Bosco cuando maneja no prueba ningún tipo de bebida alcohólica, además, en
condiciones normales, trata de mntener siempre una velocidad constante de 110
Km/h, y se abrocha su cinturón de seguridad/, aún en distancias cortas.
Nuevamente la caja chica funcionó para cancelar el almuerzo.
Reiniciamos
el camino a las 12:27 p.m. después de llenar el tanque de gasolina del carro.
Pasamos por Machurucuto a las 12:47 p.m. y por Boca de Uchire a la 1:06 p.m.,
donde se revisó la presión de los cauchos del carro. Al continuar viaje pasamos
una serie de caserios pequeños no indicados en los mapas viales, tales como
Boca de Chávez, Punto Lindo, Güanape, hasta llegar al peaje de la autopista
nor-oriente, lamentable y tristemente hay que reconocer que esta autopista está
en pésimas coindiciones. Pasamos frente a Clarines a la 1:55 p.m., por la
Mediana, por Píritu a la 1:58 p.m., por Jóse a las 2:16 p.m. y a la entrada
hacia Barcelona a las 2:27 p.m., de donde nos dirigimos al distribuidor de la
autopista hacia el sur, para pasar por el peaje Los Potocos a las 2:33 p.m.
Mientras
tanto Luis recibía la primera llamada por su celular desde San Felipe. Se trataba
de que Marihemyl le preguntaba a su papá dónde había dejado el maiz de las
gallinas. Bosco decía en voz alta, como para que Marihemyl oyera: “Dejen
disfrutar a Luis de su viaje”. Al continuar el viaje recibió Luis su segunda
llamada. Esta vez Marihemyl le preguntaba a su papá “dónde había dejado las
gallinas, porque en ningún rincón del corral las veía”. Bosco, manejando y
todo, le pidió el celular para hablar y le recalcó a Marihemyl que dejara
disfrutar del viaje a su papá [4].
Siguiendo
el rumbo que traíamos por la autopista, alas 2:54 p.m. llegamos al distribuidor
que accede a Tejero y a Maturín, a las 3:01 p.m. pasábamos por frente a San
Mateo, a las 3:22 frente a Aragua de Barcelona y Oviedo, a las 3:27 p.m. frente
a Buena Vista, a las 3:35 frente a Cantaura y Chamariapo, donde se da inicio a
la autopista Cantaura-El Tigre, a donde llegamos a las 4:09 p.m. En esta
importante población de los llanos nos detuvimos un rato, más para descansar
que para alguna otra cosa, conocimos por fuera el parque “Oficina Nº 1”, donde
operó el primer pozo petrolero en el oriente venezolano, y donde el escrito
Miguel Otero Silva se inspiró para escribir su novela Oficina Nº 1. Tomamos
café, frescos, hicimos uso de los baños, y ya para las 5:05 p.m., estábamos
saliendo de El Tigre.
En
el siguiente trayecto del viaje pasamos por el Yucal, y por el peaje Los
Melones a las 5:29 p.m., por La Viuda a las 5:36 p.m. y a La Soledad a las 6:14
p.m. En plena hora crepuscular pasamos el puente sobre el tranquilo y soberbio
rio Orinoco, entre La Soledad y Ciudad Bolívar, con una espléndida vista del
disco solar y sus amarillentos rayos cayendo sobre los perfiles ensombrecidos
de las colinas ribereñas del rio y sobre las aguas del rio matizadas entre
color plata y naranja crepuscular. Ya pasado el puente, el clima
Puente
sobre el tranquilo y soberbio rio Orinoco
+++ Los protagonistas: El
profesor, la sobrina, el maestro, el cronista y la botella.
crepuscular
había pasado, y casi ya oscuro pasamos por el Paseo Orinoco, donde mucha gente
circula alegre y animadamente a esa hora al finalizar un día de faena, y a
continuación por las riberas de las lagunas Los Francos y El Medio, hasta
llegar al hotel Valentina en la Av. Maracay Nº 55. Bosco previamente había
reservado dos habitaciones con dos camas cada una de ellas. Después de
instalarnos Bosco y Magdyell en una habitación y Luis y mi persona en la otra,
me estrené en calidad de enfermero al inyectarle a Luis 5 cc de insulina,
seguidamente, nos ducharnos y cambiamos de ropa, sintiéndos así más aliviados
tras 12 horas de viaje, nos dirigimos al área de comedor del hotel y nos
sentamos los 4 en una mesita para vaciar media botella de etiqueta negra,
acompañada con una muy buena y reconfortante parrilla. Entre bromas, chistes y
tragos llegamos a la conclusión de que todos tenemos culillos en nuestras
relaciones de vida, a excepción de Bosco. Los gastos se cubrieron parte de la
caja chica, y parte de Bosco.
SEGUNDA JORNADA
De
Ciudad Bolívar a Los Rápidos de Kamoiran, miércoles 13/06/2007
Todos
amanecimos descansados, fresquecitos y animados ante una nueva jornada.
Empacamos y montamos nuestro equipaje en la grand vitara de Bosco, pero el
maletero estaba tan repleto, que al abrir la compuerta se venían todas las
maletas, bolsas y coroticos sueltos, como una de esas cajitas de sorpresa para
asustar a la gente con resorte, que cuando se abren salta un gusano de
plástico.
Partimos
de un kiosco de desayuno con dirección a Ciudad Guayana a las 7:52 a.m.,
pasando por Angosturita, por el distribuidor Santa Fe a las 8:20 a.m. y por la
entrada a la casa del Padre Pio a las 8:23 a.m. Durante el trayecto de la
autopista Ciudad Bolívar-Ciudad Guayana, como de costumbre, Bosco inició el
reso de Santo Rosario bajo la advocación de los misterios gloriosos por ser día
miércoles, con la ventaja de que Luis ya se había recordado de las estrofas del
Ave María, y a continuación ya finalizado, nos encontrábamos frente a sitios de
poca relevancia, tales como La Ceiba y otros, pero súbitamente, el viajero se
encuentra con una vista impresionante del puente Orinoquia a las afueras de la
entrada a Ciudad Guayana. En este corto trayecto se pasa consecutivamente por
los siguientes distribuidores: salida al Guri y Ciudad Piar, distribuidor
Planta Sidor, distribuidor Plan IV Sidor, Distribuidor Planta Norte Sidor,
Distribuidor Alcasa,
Ciudad
Guayana: Centro comercial ++ Central Hidroeléctric Antonio José de Sucre
en Macagua ++ Perrera
Distribuidor
Alcasa-Matanzas, distribuidor Alta Vista-San Felix, y finalmente, distribuidor
El Guamo.
Nos
dirigimos al centro de Ciudad Guayana, entramos a un farmatodo, donde compramos
chucherías, pilitas alcalinas y algunas medicinas personales. Notamos mucho
tráfico en la ciudad, impresionándonos la cantidad y tamaño de sus centros
comerciales, como así mismo, el orden, la limpieza y el urbanismo ejemplares.
Nos llamó la atención el transporte público proveniente de San Felix,
consistente en camionetas pick-up techadas y atestadas de pasajeros como
sardinas en lata, colgando algunos con medio cuerpo fuera de la unidad,
popularmente denominadas “perreras”.
Ya eran las 9:37 a.m. cuando salimos de esta atractiva ciudad.
A
las 9:51 a.m. estábamos llegando al peaje hacia Upata, pasamos por Mamonales a
las 10:03 a.m. (km 387), por el Valle Grulla a las 10:07 a.m. (Km 395), y a
continuación nos encontramos con los siguientes puntos de referencia: El
Descanso, Estatua del Gen. Piar [5] y el distribuidor
Guasipati, en Upata, por donde pasamos al lado sin entrar las 10:14 a.m.
Seguidamente tomamos la via en dirección a Guasipati y Tumeremo, no sin antes
llenar nuevamente el tanque de gasolina, finalizando la operación a las 10:23
a.m. Después entramos al valle de Guasipati y pasamos por El Buey (413 Km),
Manganeso a las 10:34 a.m., Santa María a las 10:47 a.m. En vista de que para
ese momento veníamos sintonizando una de las miles de emisoras comunitarias de
la región, en una de ellas entonaban las notas del alma llanera, por lo que
Bosco le explicó a Luis que aún no habíamos llegado a nuestro destino de ese
día, y que por el contrario, aún nos faltaban unos cuantos kilómetros más por
recorrer. Siguiendo la ruta, pasamos por Guacamayo y Las Mureas a las 10:56
a.m., por La Mucura, donde se destacan muchos puestos de venta de queso telita,
por Santa Rosa a las 11:23 a.m., por El Cintillo a las 11:27 (Km 485), lugar
destacado por masiva venta de cachapas y chicharrones criollos al estilo de El
Güapo, donde a Luis se le salía choreando la baba al saborear desde el carro
las ventas de comida. Llegamos a la ciudad de Guasipati a las 11:40 a.m., donde
nos detuvimos porque Bosco pasó por un telecajero del Banco Guayana. En esta
población se encuentra el último punto
Joyería
en el centro de El Callao ++ Centro Misional Kariña ++ Colegio de Fe y Alegria en Tumeremo.
donde
operan oficinas públicas, registros y notarías, y a partir de aquí, escasean
las agencias bancarias y estaciones de servicio de gasolina. Abandonamos la
ciudad a las 11:55 a.m.
Era
ya pleno medio día cuando llegamos a El Callao a las 12:08 p.m. En vista de que
Bosco se iba a encontrar con las HH Hijas de N.S. de Güadalupe en Tumeremo y
aún era temprano para la hora de entrevista, decició entrar a la población,
dando una vuelta por el centro, donde descubrió una buena agencia del Banco de
Venezuela, y donde me maravillé por la abundancia de joyerías seguidas unos
tras otras en pleno centro, con mobiliario y vitrinas superiores a los negocios
similares de Caracas cerca del palacio legislativo. Por información de los
negociantes del lugar pudimos informarnos que el oro se cotizaba para el
momento a Bs 70.000,oo/gr, precio este muy oscilante constantemente. Salimos de
El Callao con dirección a Tumeremo. En este tramo, con la bravura del astro sol,
el calor y la humedad sofocantes y reinantes en el medio ambiente, entre bromas
y en serio, Bosco le hizo a Luis una terapia en torno a su problema diabético y
la orientación médica que está recibiendo para su tratamiento, con muchos
enfoques pesimistas que poco le ayudan a su actitud de respuesta frente a la
enfermedad.
Lelgamos
a Tumeremo cuando eran las 12:39 p.m. Intentamos llegar a Pozo Oscuro, donde se
encontraban para ese momento las hermanas practicando catequesis, labor
pastoral y social en beneficio de la comunidad indígena de los kariñas, pero
debido al pésimo estado del camino de tierra, nos vimos obligados a esperarlas
en el Colegio R. P. Ricardo Benedetti, por donde forzosamente debían de pasar
en su retorno a la residencia las hermanas en Tumeremo. Una vez que ellas
llegaron nos dirigimos encaravanos a su residencia, el Centro Misional de los
Kariñas. Una vez recibidos con su altísima hospitalidad, Bosco obsequió a las
hermanas algunas de las provisiones que traía desde Barquisimeto, recibiéndolas
ellas con sumo gesto de agradecimiento y satisfacción. Tras resfrecarnos un
poco, nos despedimos y salimos a volver llenar el tanque de gasolina, operación
esta que culminaba a las 3:30 p.m., al salir de Tumeremo por Casa Blanca.
Pasamos
por frente a El Dorado y por la entrada de la famosa penitenciaría nacional a
las 3:56 p.m. Es interesante comentar que la carretera entre Ciudad Bolívar y
Santa Elena de Uairén oficialmente tiene la denominación de “Troncal 10”, es
producto de convenios internacionales con la República Federativa de Brasil, y
el último tramo entre El Dorado y
Vistas
del puente sobre el río Cuyuní.
Sta.
Elena fue inaugurado en febrero de 1973 por los presidentes Rafael Caldera de
Venezuela y Emilio Garrastrazu Médicci de Brasil, razón por la cual, El Dorado
quedó ubicado como “Km 0”, y a partir de aquí, los siguientes lugares se
señalizan sucesivamente en ascenso hacia Sta.
Elena. Por tal motivo San Isidro se conoce más con la denominación del
88 que por su propio nombre de santo, pero continuando con la narración del
trayecto, al seguir la carretera, nos encontramos a un costado de la vía, de
forma sorpresiva con el puente de hierro sobre el rio Cuyuní a las 4:19 p.m. [6]. Bosco
nos informó que no quería decir nada hasta que llegáramos a este punto, pero
que “estaba seguro que Juan Pablo tendría aquí un gran orgasmo sacando fotos”.
En efecto, Bosco se apartó y tomé muchas fotos porque el puente fue construido
por ingenieros franceses de la misma escuela de Eiffel. Esta obra de ingeniería
es tan valiosa, que hace algunos años vino una comisión francesa a tratar de
desmantelarlo y montarlo en suelo francés como muestra arquitectónica, pero
nunca lograron los permisos requeridos para el traslado, quedándose a la vista
de los turistas de la Gran Sabana. Este puente de hierro de una sola vía está
en desuso porque al lado se construyó uno nuevo de doble via y de concreto
armado y hormigón. Por cierto, estando encaramado en la baranda del puente como
a metro y medio sobre el nivel del piso, para sacar mejor las fotografías,
Bosco le dijo a Magdyell que “le preocupaba si se me caía la cámara a fondo del
rio”, a lo cual, Magdyell le respondió: “No a mi no me preocupa la cámara, sino
si se cae Juan Pablo”. En pleno orgasmo de fotos se me olvidó tomar la hora de
salida desde este punto.
Proseguimos
el viaje y llegamos a Sta. Teresita a las 4:29 p.m., a Warama a las 4:41 p.m.,
a Las Claritas a las 5:05 p.m., en medio de un pertinaz y torrencial aguacero
alternado con suaves y cortas escampadas, y en medio de un cielo totalmente
nublado que nos impedían contemplar los paisajes del entorno de la carretera.
Nos aprovisionamos de hielo principalmente para la insulina de Luis, y
secundariamente, para los frescos y bebidas, operación esta que duró 5 minutos.
Continuando viaje, llegamos a San Isidro o Km 88 a las 5:32 p.m., más ocuro de
lo normal por el mal tiempo que persistía en toda la zona. De inmediato
entramos a la Sierra Lema, pasamos por la curva de la Piedra de La Virgen a las
Monumento al Soldado Pionero ++ Rápidos de Kamoiran +++ Posada turística de Kamoiran.
5:41 p.m., sin podernos bajar por el mal tiempo [7], y a continuación nos topábamos con el Salto El Danto a las 6:02, con la alcabala a 1.420 m.s.m. que constituye la máxima altura de Sierra Lema, y con el momumento al soldado pionero (km 136) a las 6:16 p.m. Esta plaza dentro de la Gran Sabana fue erigida para honrar a los ingenieros, oficiales y tropas del Servicio de Ingeniería Militar de las Fuerzas Armadas que construyeron la Troncal 10. Llegamos a la estación Apanwao y río Apanwao a las 6:20 p.m., al fuerte Luepa a las 6:22 p.m., a la entrada hacia Kavanayen a las 6:26 p.m. ya a oscuras. Aquí Bosco comentó que por la intensa lluvia que nos había acompañado no era prudente entrar a Kavanayen, pero de todas formas, si el resto del grupo, así lo deseaba, él estaría dispuesto a entrar. Como ya es un hábito, Bosco siempre prepara sus estadías o pernoctas durante sus viajes, informando o reservando con pocas horas de antelación al arribo del sitio seleccionado. En esta oportunidad ya había llamado a la Misión de Kavanayen informando que llegaríamos esa misma noche, con la intención de volver a llamar nuevamente para ponerlos al tanto de que por motivos de la lluvia no íbamos a entrar a Kavanayen esa misma tarde, lo que nunca pudo concretar debido al desperfecto de las comunicaciones en todo Kamoirán. Por decisión unánime se decidió que lo más prudente era no tomar a esa carretera de 72 Km, totalmente de tierra, con varios puentes de madera y angostos, con muy poca visibilidad y con el cansancio natural del largo viaje. Bosco decidió pernoctar en la posada turística de los Rápidos de Kamoirán, unos 14 km más adelante, a donde llegamos a las 6:49 p.m. Nos instalamos en dos habitaciones, de dos camas cada una, como de costumbre, Bosco y Magdyell en una de ellas, y Luis y mi persona en la otra. Después de una placentera y recconfortante ducha nos reunimos los 4 en una pequeña sala de estar donde jugamos la primera partida de dominó, sin terminar un macht empatado porque Luis se caía del sueño y no daba ya con las piedras acertadas para su compañera que era Magdyell. El ambiente era dominado por mucha neblina, y por supuesto, se sentía mucho frío, y en los ambientes externos de la posada el viento gélido soplaba con suma intensidad. En todas las áreas se sentía el sonido característico de la caída del río sobre su lecho de piedras dando un toque muy pecualiar a nuestra estancia en los Rápidos de Kamoirán.
[1] Entre ellos hay tres dialectos: arekuna, taurepan y kamakoto, pero en
la Gran Sabana se habla una sola lengua, y más se diferencian por el tonillo
que por la diferencia de palabras.
[2] Algunos de ellos: Wilmer, Karol, Aníbal, Victor, César, Franklin.
[3] Por problemas de salud, concretamente diábetes, Luis se debe inyectar
10 cc de insulina al levantarse.
[4] Las expresiones frecuentes de Bosco durante todo el trayecto estan censuradas a todo lo largo de estas crónicas para dar cumplimiento a la ley resorte, de tal manera, que el texto mantenga un lenguaje tipo A, tema informativo tipo A, violencia 0, sexo tipo A, de producción independiente, apto para todo público (adultos, jóvenes y niños), especialmente respetuoso a todos aquello miembros de la vida religiosa.
[4] Las expresiones frecuentes de Bosco durante todo el trayecto estan censuradas a todo lo largo de estas crónicas para dar cumplimiento a la ley resorte, de tal manera, que el texto mantenga un lenguaje tipo A, tema informativo tipo A, violencia 0, sexo tipo A, de producción independiente, apto para todo público (adultos, jóvenes y niños), especialmente respetuoso a todos aquello miembros de la vida religiosa.
[5] El Estado Bolívar tiene 11 municipios y en la jornada de este día llegamos a pasar por 8 municipios: Heres, Caroní, Piar, Padre Chien, Roscio, El Callao, Sifontes y La Gran Sabana. Los 3 municipios por los que no pasamos son: Cedeño, Sucre y Raúl Leoni. El momunento de Piar se encuentra en el municipio de mismo nombre.
[6] El río Cuyuní forma una cuenca hidrográfica independiente a la del río Orinoco. Tiene un recorrido de 618 Km, desemboca, igual que el Orinoco, en el mar Atlántico a través de la zona en reclamación por el estuario del río Esequibo.
[7] En este punto se entra al Parque Nacional Canaima, el cuarto más grande del mundo, creado por decreto ejecutivo Nº 770 de fecha 12/06/1962 bajo la presidencia de Rómulo Betancourt, con un área de 3.000.000 Ha, limitando al norte con la desembocadura del rio Antabare, al sur con la cabecera del río Arabopó, al este con la carretera Troncal 10, y al oeste con el río Caroní.
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