Carretera
de tierra a Kavanayen con angostos puentes de madera sobre ríos sabaneros
TERCERA JORNADA
TERCERA JORNADA
De
Los Rápidos de Kamoiran a Kavanayen, jueves 14/06/2007
Las
habitaciones del parador turístico son confortables, con baño incorporado y
agua caliente, cómodos colchones, sábanas y cobijas limpias y suficientes para
un ambiente frio, en condiciones excelentes en cuanto a limpieza y sanidad
ambiental, todo lo cual, permitió que amaneciéramos en excelentes condiciones
físicas y de muy buen ánimo. Para recuperar la oportunidad perdida la noche
anterior en tomar y reconocer el lugar, no dudé ni un momento para aprovechar
los primeros rayos solares del nuevo día y reconocer el río con sus abundantes
saltos al fondo de las instalaciones. Realmente es un lugar ideal para
aprovecharlo por más tiempo con posibilidades de cortas excursiones y
excelentes pozos para bañarse.
Como
ya se había hecho habitual, inyecté a Luis su insulina, empacamos, nos
desayunamos, llenamos el tanque de gasolina, y a las 7:33 a.m. estábamos
partiendo de regreso por donde habíamos llegado buscando la entrada a
Kavanayen. Los primeros 300 metros son asfaltados porque conducen a una pista
aérea, a partir de donde la carretera es totalmente de tierra, con profundas
grietas en algunos lugares, dos o tres puentes de madera y de una sola vía, y
una distancia de recorrido de 72 Km que hicimos en 2 horas y 10 minutos. De
inmediato todos nos dimos cuenta de la buena decisión que habíamos tomado al no
entrar de noche, con lluvia y una vía de tierra muy encharcada.
Dejamos
la pista asfaltada del aeropuerto de Luepa a las 7:52 a.m. y empezamos la
tortuosa carretera muy fangosa, y a pesar de la poca velocidad a que veníamos,
el vehículo se deslizó en varias oprtunidades como si se fuera a encunetar en
profundos surcos al borde, lo que todo fue contrarrestado por las pericias de
Bosco al volante. Pasamos varios puentecitos de madera sumamente estrechos, con
respetable profundidad, y en esta oprtunidad, muy caudalosos.
Llegamos
a la Estación Experimental de Parupa a las 8:41 a.m., por la entrada hacia el
río y salto del Aponwao e Irobibo a las 8:58 a.m., por la entrada a Chivaton y
Karway (o Makukunate) a las 9:23 a.m., por el parador turístico en construcción
a las 9:33 a.m., y seguidamente, por una linda montañita sabanera, por la casa
de las HH franciscanas, y finalmente, por un sitio donde se divisa el Mantopai
a las 9:48 a.m., cuando el cielo está despejado, lo que ni remotamente podía
ocurrir ese día. Bosco decía que siempre había entrado con cielo totalmente
despejado y tepuyes visibles, pero por las malas intenciones de sus
acompañantes en este viaje las maravillas de estas extensas sabanas se negaban
a ser vistas. Finalmente alcanzamos la ansiosa meta de Kavanayen a las 10:00
a,m.
mismo, las instalaciones de los tremendos laboratorios de la secundaria de la Escuela Técnica Artesanal de Kavanayen (E.T.A.K.). Es de hacerse recordar que toda edificación que se realice en Kavanayen debe contar con el permiso del capitan de los pemones, que deben mantenerse las técnicas de construcción en toda la población para no romper la armonía existente. No existen autoridades civiles porque la misma comunidad rige sus propios destinos liderizados por su capitán. No se registran hechos delictivos, se repeta ejemplarmente la propiedad privada. Ni las casas ni los conucos están cercados. Los pemones caminan mucho, pasan por conucos con abundantes productos agrícolas, pero para ellos, el derecho a la propiedad privada es algo sagrado, e incluso con hambre, se la respeta.
postulante
de turno, seleccioné 5 o 6 libros y me instalé en la sala de lectura para
recopilar notas en mi pequeño diario del viaje. A parit de ese momento, todos
los ratos libres que me quedaron en la corta estadía en la Misión, los destiné
a dicha labor.
Misión
de Kavanayen: patio interno HH Franciscanas ++++ Pasillo interno ++++ Patio interno PP Franciscanos
Para
quien entra por primera vez a esta inmensa mesa natural, le impactan las
construcciones rigurosamente armoniosas, construídas todas con la misma técnica
a base de piedras rectanguales y grises. Todas o casi todas con techos de zinc
de dos caídas de agua. La mayoría de ellas tienen un amplio porche lateral a
todo lo largo de la casa con muros bajos, columnas y arcos que dan una
sensación de tranquilidad y paz monacal. Como si todo esto fuera poco, el
entorno de las casa siempre tiene abundante vegetación y flores decorativas
propias de la zona, y las cercas o muros divisorios entre las casas no existen,
todo lo cual, garantiza máxima seguridad y un óptimo e ideal habitat. De igual
manera que en la Colonia Tovar donde se siente el ambiente alemán de la Selva
Negra, en Kavanayen se refleja una réplica de la aldea rural y tranquila de
España.
Entramos
directamente al gran patio central del ala de la Misión destinada a los padres
capuchinos, y realmente, se manifestaba en el ambiente un tanto de preocupación
ya que nos esperaban en la noche anterior, pero por lo comentado anteriormente,
no habíamos podido llegar hasta este preciso momento que lo estábamos haciendo.
El Hno. José Manuel y uno de sus aspirantes nos recibieron con suma cordialidad
y hospitalidad, dándonos una calurosa bienvenida, alegrándose de despejar las
preocupaciones que tenían hasta ese momento, e indicándonos de una vez que nos
habían asignado la habitación Nº 7 en la planta baja, que da hacia el pasillo
columnado y al patio, y que tenía pegado a la puerta un papel escrito a mano
que decía “Reservado para el Prof. Bosco, BIENVENIDO”. De inmediato, sin
mayores dificultades porque el vehículo se había estacionado por pura
casualidad frente a la habitación, bajamos las valijas y las acomodamos en la
habitación que tiene 5 camas, una mesa de escritorio, 3 mesitas de noche, con
su baño incorporado, agua caliente, protectores de mosquitos en las ventanas y
limpias sábanas y colchones. Por su parte, Magdyell se instalaba en la sección
de las HH franciscanas al lado opuesto, en la segunda planta, en una inmensa
habitación para ella sola.
En
vista de que el viaje de hoy había sido muy corto en relación al de los días
anteriores, tuvimos el suficiente entusiasmo para reconocer el lugar, mientas
Bosco iniciaba sus contactos con el P. Jesús y la Hna. Zaida para planificar su
trabajo en los siguientes días. Conocimos la Iglesia, sin detallarla en este
primer momento, como así mismo, la pequeña tienda de artesanía administrada por
el Hno. José Manuel, quien nos explicó muy
Vistas
de la fachada de la Misión desde la plaza.
detalladamente
la procedencia y ténicas de elaboración de todo aquel material existente en el
recinto, en su mayoría, integrado por collares y brazaletes de los pemones y
kariñas, destacándose en centro de la salita los tejidos de chinchorro
multicolores de los warao del Delta del Orinoco, y adicionalmente a todo ello,
un lote representativo de libros, folletos y revistas de la Orden Menor de los
Franciscanos Capuchinos en Venezuela.
A
partir de este momento el recorrido de reconocimiento del recinto de la Misión
lo continuamos haciendo solos Magdyell, Luis y mi persona. Se trata de un
edificio completamente rectangular que constituye la edificación más vistosa de
toda la comunidad, sub dividido a sus vez en otros dos rectángulos separados
entre sí a la mitad por la Iglesia de Santa Teresita del Niño Jesús. La fachada
frontal da hacia la inmensa plaza pública de la comunidad sin estatua, con
inmensos árboles y una cancha de futbolito. Por las noches la vista de esta
plaza desde la Misión da la impresión que los claros del piso cubiertos por la
blanca arena característica de lugar, destacados entre los oscuros árboles
opacados por la neblina estuvieran cubiertos de nieve. Al fondo en el
horizonte, se tiene una espléndida vista del Sororopan-Tepuy, del Ptarí-Tepuy
(budare) y otras siluetas de serranías.
El
ala este está reservada para los padres capuchinos, al tanto que la del oeste
esta ocupada por las HH Religiosas Franciscanas Hijas del Corazón de Jesús.
Cada una de estas secciones cuenta con su gran patio interno, con acceso
peatonal independiente uno del otro en la fachada del edificio y acceso
vehicular también independientes entre sí. Los dos patios internos estan completamente
rodeados por los pasillos con columnas y arcadas circulares típicas de las construcciones
monacales. El patio de las religiosas tiene forma y tamaño de una plaza pública
típica de nuestros pueblos pequeños venezolanos, con jardinería, caminería, y
al centro, el busto de la Virgen María. Por su parte, el patio interno del ala
de los padres está formado por un piso vegetal en toda su extensión, con algún
pequeño sector de plantas ornamentales y de cultivo de tubérculos y verduras.
Toda la construcción del edificio es de piedras grises y rectangulares, de dos
plantas, con el piso de cemento en la planta baja, y piso de madera en la
planta alta, lo que permite oir en la planta baja los pasos de los transeuntes
en la planta de arriba. Los techos son todos de zinc con dos corrientes de
agua. Vista la fachada de la Misión desde la plaza que esta a su frente, se
notan con destacada claridad las dos secciones descritas, completamente
simétricas entre sí, con sus anchos zaguanes de entrada, sus ventanas y sendos
balcones de madera, divididas
Taller de carpintería en
la Misión de Kavanayen.
ambas
secciones por la Iglesia en todo el centro, sobresaliente por su mayor altura y
la presencia de una Cruz en su cúspide central.
Continuando
con el recorrido para satisfacer nuestra curiosidad, admiración y respeto ante
tan impresionante obra en el ala de los padres, conocimos una cooperativa de
consumo que funciona en el ángulo noreste del edificio, y que constituye el
centro de mayor abastecimiento de víveres de la comunidad. En el medio de este
pasillo norte se encuentra el amplio zaguán de acceso a la Misión, frente a la
plaza, con dos teléfonos públicos al servicio de toda la comunidad.
En
el lado este, al lado del porton de entrada vehicular opera muy activamente un
taller de carpintería para el propio consumo y para adiestramiento. El pemón
carpintero es todo un profesional que para esos momentos se estaba dedicando a
construir un gran lote de camas para sustituir las existentes en las distintas
habitaciones. Me llamó mucho la atención un magnífico busto esculpido de madera
tallada y colocado como cachivache en uno de los mesones repletos de
herramientas e implementos propios del taller.
Por
el lado sur está el pasillo con acceso a las oficinas, salas de estar y
habitaciones de los dos padres capuchinos, párroco y maestro de postulantes,
respectvamente. Contúguamente en esta misma ala se encuentran el área de cocina
y comedor de los capuchios.
Todo
el lado oeste limita directamente con la pared de la Iglesia, a la cual se
puede entrar por una pequeña puerta lateral.
El
extremo occidental del gran edificio de la Misión está reservado para las HH
franciscnas capuchinas, mantiene la misma estructura del resto del edificio. En
la planta baja funciona la primaria del colegio. En la planta alta se
encuentran las habitaciones, sala de estar, capilla íntima y salas de estudio
de las hermanas, aspirantes e internas (20 niñas). Para hacer honor a la
estricta armonía de la edificación, también tiene su amplio balcón que da hacia
la plaza, su ancho zaguán de acceso peatonal también frente a la plaza, y la
pequña puerta de acceso a la Iglesia. Por el lado sur se hayan los servicios de
lavandería, acceso vehicular y los de cocina y comedores anexados e
idependientes al comedor de los padres.
También
hicimos un recorrido Magdyell y yo, porque Luis ya se había cansado y se
hallaba recluido en la habitación, por las instalaciones públicas de la
comunidad de Kavanayen. El ambulatorio funciona al extremo este, frente a la
Misión, una vez traspasada la plaza. Dos auxiliares de enfermería nos guiaron
por todas sus instalaciones: sala de espera con suficientes asientos y
carteleras informativas, salas de consulta y observación, consultorio de
odontología, consultorio de ginecología, pequeña farmacia, y area residencial
de médico
totalmente
equipada con dormitorio y baño incorporado, sala de lectura, cocina y comedor.
Todo el recinto del ambulatorio se mantienen en perfectas condiciones físicas e
higiénicas, con un pequeño estacionamiento para la unidad de ambulancia,
también en buen estado. Lamentablemente desde hace tiempo no cuentan con
médico, sino con dos enfermeras.
Recorrimos
el centro de infocentro muy bien dotado con sus 10 o 12 computadoras y un
pequeño cubículo para el técnico administrador. En el mismo local funciona la
“Cooperativa de Turismo Pemón Emasensen II R.L.”, dotados de 2 computadoreas
para la administración de sus operaciones. Con mucha propiedad estoy en
capacidad de manifestar que esta cooperativa funciona en óptimas condiciones,
con excelentes bases de una eficiente educación cooperativa y verdadera
democracia interna [1].
La
Iglesia conforma el centro de la respetuosa e imponente edificación de la
Misión, pero de la misma forma, constituye el centro de la vida espiritual de
todos sus residentes tanto religiosos y religiosas como laicos. Consta de la
nave central y sus dos naves laterales. Un maravilloso retablo a base de madera
asienta la presencia del Santísimo y de las imágenes de advocación en el altar
mayor, con su sacristia al lado y un pequeño oratorio reservado y protegido por
regilla de madera. El coro es un verdadero balcón a todo lo ancho de la nave
central, encima del cual, están las campanas que invitan con sus toques a los
oficios sagrados. Cuenta con un piso de madera, techo de zinc cubierto por
debajo con chapas de madera y las paredes de piedra. En cada una de las naves
laterales se encuentran las lápidas de los misioneros pioneros de la Misión y
allí mismo sepultados: Mons. Mariano Gutierrez Salazar y el Padre Fray Cesáreo
de Armellada [2].
Acompañados
por un grupo de internas del colegio, Magdyell y mi persona recorrimos los
alrededores del edificio administrativo de la CVG y de la casa presidencial,
como así
mismo, las instalaciones de los tremendos laboratorios de la secundaria de la Escuela Técnica Artesanal de Kavanayen (E.T.A.K.). Es de hacerse recordar que toda edificación que se realice en Kavanayen debe contar con el permiso del capitan de los pemones, que deben mantenerse las técnicas de construcción en toda la población para no romper la armonía existente. No existen autoridades civiles porque la misma comunidad rige sus propios destinos liderizados por su capitán. No se registran hechos delictivos, se repeta ejemplarmente la propiedad privada. Ni las casas ni los conucos están cercados. Los pemones caminan mucho, pasan por conucos con abundantes productos agrícolas, pero para ellos, el derecho a la propiedad privada es algo sagrado, e incluso con hambre, se la respeta.
Cuando
muy esporádicamente hay conflictos se acude a los padres de la Misión, y en
casos más fuertes, a las autoridades civiles o militares del estado.
Personalmente me impresionó mucho cómo han logrado casi un perfecto equilibrio
entre el socialismo y la actividad privada. En efecto, todo lo que es ambiente
es de la comunidad, pero todo aquello que una familia explote para su provecho
personal se respeta con un tratamiento de algo muy sagrado que nadie se atreve
a transgredir, lo que se refleja en ciertas diferencias sociales de aquellos
que han surgido más que otros. Las actividades privadas en función de terceros
que logré ver son las siguientes: transporte público, bodegas, restaurant,
explotación de canteras para la extracción de las piedras con las cuales se
realizan las edificaciones. Y las actividades privadas para el autoconsumo:
extracción de maderas, producción agrícola, caza y pesca. Las dos actividades
cooperativas: la de consumo y la de turismo.
La
cortesía, los buenos modales, la limpieza tanto personal como de las calles y
el saludo amable dan la impresión de un mundo ageno al que vivimos y estamos
acostumbrados en nuestras grandes “ciudades civilizadas”.
Isamiento
del Pabellón Nacional ++++ Taller en la granja San
Isidro ++++ Granja-escuela San Isidro.
CUARTA JORNADA
Kavanayen,
viernes 15/06/2007
El
primer día que amanecíamos en la Misión de Kavanayen era considerado muy
especial porque según el calendario del santoral eclesiástico coincidía con la
festividad del Sagrado Corazón de Jesus, onomástico de la Congregación
Religiosa Hijas Franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús que regentan el
Colegio de la Misión y viven su vocación misionera en la misma comunidad [3]. Como
de costumbre, frente a la fachada del ala de las hermanas, donde funciona el
colegio, se isó la bandera nacional, con todo el estudiantado en formación. Es
particularmente notorio el tono con el cual cantan las notas del himno. Da la
impresión que fuera un arreglo distinto, pero en realidad es la uniformidad, la
suavidad y el respeto que imprimen al canto, lo que permite oirse las notas
totalmente distintas como estamos acostumbrados a oirlas. Seguidamente se
continuó con la celebración de la Santa Misa solemne, con una masiva asistencia
de estudiantes y feligreses en general. Ese día no hubo clases, y en su lugar,
todos se dedicaron a prepararse y ensayar los actos para el día del padre a
celebrarse el próximo domingo.
Una
vez bien desayunados salimos Bosco, Pablo, Luis y mi persona hacia el conuco de
la E.T.A.K. en San Isidro. Pablo es uno de los tantos estudiantes pemones del
colegio que constantemente estan apoyando voluntaria y alegremente como guias o
simples acompañantes a los padres y a las misioneras. En carro el trayecto se
hace en un 15 minutos, divisándose sin dificultad la represa y el
característico paisaje natural de la sabana. La granja esta administrada
directamente por la E.T.A.K., y en ella se está ejecutando un proyecto
experimental mediante el cual los alumnos del último año de bachillerato se
instalan durante 3 meses en las instalaciones de la granja, cultivando por
grupos distintos tipos de especies agrícolas propias de la región, desde la
preparación del terreno hasta la coseña, recolección, autoconsumo y/o su
comercialización. La granja esta dotada de dos espaciosas churuatas que sirven
de dormitorio por separado para varones y hembras, con pasillos techados para
las actividades comunes de docencia, cocina y comidas, terrenos
El fraternal ambiente y la narración de anécdotas pintorescas
conformaban el extraordinario ambiente en las comidas.
espaciosos
para el cultivo, un préstamo de agua, pequeña planta eléctrica y las
herramientas requeridas. El equipo de apoyo está integrado por profesores, más
una pareja de entre los representantes de los alumnos que se van turnando por
semana. Los fines de semana el alumnado se traslada a sus hogares de origen,
siendo trasladados siempre por una camioneta propiedad de la comunidad
estudiantil. A nivel de escuelas técnicas este experimento que se realiza en
Kavanayen es raro en el país, por no decir único, supone una gran y eficiente
organización comunitaria, ha sido objeto y fuente para el desarrollo de la
tesis de grado de la Hna. Zaida [4], y lo
que es muy importante, se trata de un
proyecto sustentable y autofinanciado.
Mientras
Bosco dictaba su taller a los alumnos pasantes en la granja de San Isidro,
Pablo, Luis, el pequeño hijo de la pareja de guardia durante esa semana, y mi
persona fuimos a una pequeña laguna natural con la intención de pescar, usando
de carnada las ancas de una pequeña ranita, pero nisiquiera ningún pez mordió
el anzuelo durante el buen rato que estuvimos allí, motivo de chanza burlona,
más tarde, de parte de Bosco. A las 11:30 a.m. suspendió Bosco su taller de
“interpretación de lectura”, en vista de que teníamos el compromiso de un
almuerzo especial que habían organizado con mucho entusiasmo la Hna. Zaida, las
aspirantes y las internas del Colegio con motivo del día del Corazón de Jesús.
Al
llegar ya nos estaban esperando en el comedor de las internas con una
ambientación especial, donde las mesas formada en forma de U estaban adornadas
con pequeños ramitos florales seleccionados de los jardines, con una pequeña
tarjetica en cada puesto que decía: “Jesús
mío, dame tu corazón para amarte (Madre Isabel), Kavanayen 15 de junio de 2007”,
y como algo muy extraordinario en la comunidad, una cervecita en cada puesto y
dos botellas de buen vino argentino de manzana. La asistencia fue presidida por
el párroco, P. Jorge, por el maestro de postulantes, P. Jesús, por la Hna.
Zaida, por Fray José Manuel y por la Hna. María del Carmen [5], con la
asistencia de todos los postulantes y aspirantes de la Misión, y nostros
cuatro, los huéspedes de ese día. Una alegría contagiante, un entusiasmo
vivificante, un calor y fraternal ambiente, y la narración de anécdotas
Misión
de Kavanayen: Biblioteca ++++
La sobrina con sus panas internas
++++ Sala de estar o de
lectura.
pintorescas
ocurridas en la vida cotidiana de la Misión, conformaban el extraordinario
contorno de los ricos platos preparados con mucho esmero por las hermanas,
aspirantes e internas de la comunidad. Después del postre Luis cruzó de un
extremo al otro, desde donde ocupaba su lugar, a fin de solicitar en voz alta e
inteligible un vaso de agua para tomarse unas pastillas analgésicas que le
calmaran sus fuertes dolores producto de su diábetes.
Una
vez finalizado tan espléndido almuerzo por la celebración del día de las
hermanas, Bosco regresó solo a San Isidro con la intención de continuar su
taller. A partir de ese momento los pasillos quedaron desolados porque la
mayoría se refugió en sus aposentos para una merecida siestecita.
Aproveché
este momento de silencio y tranquilidad para subir al segundo piso del ala de
los misioneros, donde los postulantes, turnándose siempre uno en uno, me
sirvieron de guia y de apoyo. Hice un recorrido por el pasillo central y los
espacios comunes transitando con el mayor cuidado posible de no pisar fuerte,
puesto que escaleras y pisos son de madera, y las pisadas se resaltan en un
ambiente silencioso, cerrado y con paredes de piedra. Cuentan con una
espléndida capilla íntima, donde mantienen el Santísimo en un Sagrario de
madera, con la forma a escala de una churuata. En el piso, sobre una pequeña
alfombra tejida, reposa la imagen del Niño Jesús en un chinchorrito, también a
escala. La capilla invita de por sí al recogimiento y a la oración personal. Al
final del pasillo se encuentra la sala de lectura y entretenimiento de los
postulantes, muy amplia, con balcón hacia la plaza, con estantes de libros,
pantalla de televisión, equipo de dvd, muchas cintas de película, mesas,
asientos, y algunos juegos de mesa, que conforman un sitio muy adecuado para el
trabajo o la diversión, de acuerdo a lo que se disponga para ese momento. En
una de las habitaciones cercanas a la pequeña capillita privada funciona una
excelente biblioteca especializada en espiritualidad y en pastoral misionera,
cuyos estantes de madera cubren todas las paredes desde el piso hasta el techo,
con la sola excepción de la puerta y de las dos ventanas del recinto. Cuenta
con un rico repertorio de la labor misionera de los franciscanos desde la época
de la colonia hasta nuestros días, todo lo cual, conforma una singular referencia
bibliográfica sobre la vida, costumbres, mitos, leyendas, literatura de los
pemones y otras etnias, hechos e hitos sobresalientes tanto de los misioneros
como de los indígenas. Adrián Setien en su obra titulada “Historia Capuchina en
Venezuela” afirma que “se ha podido
afirmar que el pueblo guarao es el pueblo indígena de América cuya cultura
cuenta con mayor número de publicaciones. Algo parecido puede decirse del
pemón”. Orientado por el
Vistas de la represa de Kavanayen: Excursionistas ++++
Represa y el Sororopan
++++ Aliviadero.
[1] Esta cooperativa se contacta por el teléfono 0286 9634585 y/o por
correo electrónico: Salvador Peña, Ricardo Chani, Humberto Chani y Mariana: turismopemon@yahoo.com o en la propia
oficina que funciona en Kavanayen.
Tienen 4
planes básicos de excursiones guiadas, ponen a disposición de los turistas
guias pemones y trabajan en perfecta coordinación con las comunidades indígenas
a donde deben pernoctar o usar sus embarcaciones. En temporada alta tienen
mucho trabajo con turistas extranjeros. Los venezolanos casi no usan sus
servicios.
[2] Mons.
Mariano Gutierrez Salazar fue III Vicario Apostólico del Caroní. Nació en
Villacidayo el 14/06/1915. Académico de la Lengua y de la Historia, capítulo
venezolano, falleció el 09/10/1995. Fray Cesñareo de Armellada nació el
01/02/1908, fundador del Centro Misionero de Kavanayen, también Académico de la
Lengua e Historia, muerto en Caracas el 09/10/1996.
[3] La orden religiosa Hijas Franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús fue
fundada por la Madre Isabel Lagrange y el Padre Calixto
González, pertenecientes a la Tercera Orden Franciscana Regular, el 04 de
Octubre de 1890 en Caracas, donde funciona su casa madre, en la Av. Baralt Nº
1707 .
[4] La Hna. Zaida actualmente está designada como misionera en la Misión
de Kavanayen por su Congregagión HFCJ, y simultáneamente, se ha venido
dedicando a cursar sus estudios de Educación en la especialidad de Dificultades
de Aprendizaje en la UNA.
[5] La superiora de la comunidad de las HFCJ, Hna Deisy estaba para ese
momento fuera en visita a la zona educativa y en diligencias relacionadas con
la comunidad, principalmente aprovisionamiento de víveres y enseres livianos.
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